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" República De El Salvador, El territorio salvadoreño es parte de la región mesoamericana, y está ubicado en una región que sirvió de paso de objetos e ideas a través del tiempo. 📜 La primera evidencia cultural en El Salvador data de hace ocho mil años, exactamente en el período arcaico (8000 a.C.-1500 a.C.), una época de grandes migraciones a varias regiones mesoamericanas, una de las costas del Pacífico del país."
El Salvador, oficialmente la República de El Salvador, es un estado de América Central, con una población estimada de 6.288.899 habitantes en 2013. Debido a su expansión territorial (20.742 km²), tiene la mayor densidad de población de la América continental. Tiene un clima tropical cálido.
Limita al norte y al este con Honduras, al sur con el Océano Pacífico y al oeste con Guatemala. El territorio está organizado en 14 departamentos y 262 municipios. La capital es la ciudad de San Salvador, y las ciudades de Santa Ana y San Miguel son también municipios importantes para el crecimiento de este país.
El territorio actual de El Salvador incluye lo que solía ser la provincia de Sonsonate y lo que era la Intendencia de San Salvador, que representaba la mayor parte del territorio. Ambas provincias se independizaron de España en 1821 junto con el Capitán General de Guatemala y en 1824 unieron sus fuerzas para formar el "Estado de El Salvador", como parte de la República Federal de Centroamérica.
En la época precolombina existía un importante núcleo indígena conocido como el Señorío de Cuscatlán, que significa "lugar de joyas o collares" en lengua náhuatl. Una guerra civil de 12 años, cuyo saldo humano se cobró aproximadamente 75.000 vidas, terminó el 16 de enero de 1992, cuando el gobierno y las guerrillas firmaron los acuerdos de paz que condujeron a reformas militares, sociales y políticas.
Capital | San Salvador |
Idioma oficial | Español |
Gentilicio | salvadoreño, -a |
Forma de gobierno | República presidencialista |
Presidente Vicepresidente |
Nayib Armando Bukele Ortez Félix Augusto Antonio Ulloa Garay |
Independencia • Firma del acta • Primera constitución |
del Imperio Español 15 de septiembre de 1821 12 de junio de 1824 |
Superficie | Puesto 152. º |
• Total | 21.041 km² |
Población total | |
• Censo | 6,486 millones (2020) hab. |
• Densidad | 308 habitantes por Km2 |
PIB (PPA) | |
• Total (2012) | US$46,050 millones |
PIB (nominal) | |
• Total | $ 23,820 millones de dólares |
• PIB per cápita | $ 3,831 dólares |
Moneda | Dólar estadounidense (USD) |
Como resultado de la unión de las provincias de Sonsonate y San Salvador, el nombre oficial "El Salvador" fue aceptado en la primera constitución de la República, promulgada el 12 de junio de 1824. Sin embargo, la costumbre de tomar la primera palabra aseguró que fuera escrita como la "República del Salvador". La misma Carta Magna incluso estipulaba que el Estado debía llamarse "Estado de El Salvador" (Artículo 7).
No fue hasta el 7 de junio de 1915 que se estableció definitivamente por decreto legislativo como el nombre oficial de'El Salvador'.
A pesar de esta disposición, continuó la práctica de omitir la primera parte del nombre oficial de la República en los documentos oficiales internacionales. En 1958, el Secretario de Cultura, Jorge Lardé y Larín, dictó otra ley el 23 de octubre, que añadía al texto del 7 de junio de 1915 la prohibición de suprimir la palabra "El" cuando se asociaba a las palabras "República" o "Estado".
También se reserva el derecho de responder a un documento o de firmar un contrato cuando el nombre oficial de la República parezca haber sido escrito incorrectamente. Según el historiador Pedro Escalante Arce, la transición de'San Salvador' a'el estado de El Salvador' se hizo de tal manera que, desde su creación como estado, tanto la provincia de San Salvador como la provincia de Sonsonate, que había formado parte de ella desde 1823, formaran parte de ella.
El territorio salvadoreño es parte de la región mesoamericana, y está ubicado en una región que sirvió de paso de objetos e ideas a través del tiempo. La primera evidencia cultural en El Salvador data de hace ocho mil años, exactamente en el período arcaico (8000 a.C.-1500 a.C.), una época de grandes migraciones a varias regiones mesoamericanas, una de las costas del Pacífico del país.
Entre el comienzo del período preclásico (1500 a.C. - 900 a.C. - 900 a.C.) y la mitad (900 a.C. - 500/400 a.C.) los grupos proto-Maya se asentaron en la región occidental. En la zona de Chalchuapa se han encontrado restos de antiguos asentamientos, probablemente emigrantes de Chiapas y Guatemala.
De esta zona partieron grupos hacia lugares como Jayaque o Antiguo Cuscatlán en la mitad del período preclásico. En el período preclásico tardío (500/400 a.C. -200/250 a.C.) hubo desarrollo cultural y relaciones lingüísticas, escultóricas y comerciales con el altiplano guatemalteco, en particular con Usulután y la cerámica de obsidiana.
Además, las tres zonas del país (occidental, central y oriental) estaban pobladas y se incrementó la construcción de cerros como Quelepa, Atiquizaya y El Trapiche. Sin embargo, la floración se interrumpió en varios sectores por la erupción del volcán Ilopango en el año 260 DC.
En el período clásico temprano (200/250 d.C. - 400 d.C.), en Quelepa - poblado por Lencas y no afectado por la erupción del Ilopango - se logró un progreso notable y se establecieron relaciones con la población de las tierras altas y el sur del istmo.
Para el período clásico medio (400-650 d.C.) hubo repoblación del oeste y centro del área por grupos Maya-Kortianos. Uno de los lugares fue Joya de Cerén, ocupado en el siglo VI y cuyos habitantes se vieron afectados por la erupción del volcán Caldera; la zona del lago Güija fue también un importante lugar de intercambio con el oeste de Honduras, valle de Motagua y Petén.
Por otra parte, el cacao se cultivaba en el este del país en esa época. En el período clásico tardío (600/650 d.C. - 950 d.C.), el desarrollo cultural fue demostrado por la construcción de complejos arquitectónicos, de los cuales los más representativos fueron: Tazumal, Cara Sucia, Cihuatán, Quelepa y San Andrés, que son también sus años de esplendor entre 600/650 DC y 900/1000 DC.
El período posclásico (950 d.C. - 1524 d.C.) se caracteriza por estados seculares. Después del año 1200 d.C., áreas como Tazumalal y Laguna Seca fueron abandonadas, aunque más tarde grupos multiétnicos llegaron a influir en los nahuas: las tuberías de Nonoalca, que ocupan aproximadamente tres cuartas partes del territorio de El Salvador.
En esta fase hubo la construcción de obras y el comercio a larga distancia; por otro lado la sociedad se caracterizó por la estratificación, el dominio de un gobernante supremo y la presencia de órdenes militares. Entre los núcleos indígenas más importantes se encuentran los izalcos y en especial el Señorío de Cuscatlán, que es considerado un modelo de desarrollo local en esta época.
En 1522, cinco barcos españoles zarparon de Panamá para explorar las costas del Pacífico. El piloto más antiguo fue Andrés Niño, quien bautizó el Golfo de Fonseca y desembarcó en una isla llamada "Petronila" (Meanguera) el 31 de mayo. En junio de 1524, el conquistador Pedro de Alvarado cruzó el río Paz con tropas españolas acompañadas de ayudantes, y comenzó a subyugar a los indígenas de la actual región salvadoreña.
En los años siguientes, los colonos establecieron varias poblaciones: San Salvador, fundada en 1525 pero definitivamente establecida en 1545; San Miguel, cuya primera colonia fue creada en 1530; y la Villa de la Trinidad (Sonsonate), fundada en 1553.
Todo el territorio estaría formado por los alcaldes de Sonsonate y San Salvador, ambos parte del Reino de Guatemala. Además de la conquista española, hubo también la travesía, el proceso de evangelización católica, la enseñanza de la lengua castellana y la llegada de esclavos africanos. Debido a la escasez de oro y plata, el Reino no tenía el dominio de otras posesiones estadounidenses, por lo que apoyó su economía agrícola.
Para la creación de riqueza se utilizó el trabajo de los indios, así como la apropiación de la tierra. Además, los nativos, que habían sido rastreados hasta las aldeas indias, eran gravados con impuestos y no eran infrecuentes las denuncias de abuso de poder. En 1725 hubo incluso un motín en Izalco.
La colonización centroamericana experimentó una primera fase de extracción de materia prima, seguida de una dependencia de un producto de exportación: primero el cacao, cuyo cultivo se inició en 1540 en la provincia de El Salvador, principalmente en la región de Sonora, y luego el tinte de índigo, de gran importancia para la economía del Reino y de San Salvador desde 1600, principalmente porque era su principal producto de exportación.
El proceso de fabricación, por otro lado, fue perjudicial para la salud de los trabajadores indígenas. A estos artículos se añadió el hierro de Metapán y el llamado bálsamo de Perú, cuya exportación, al igual que el índigo, duró hasta después del fin del régimen español.
Durante este período, sin embargo, hubo factores que socavaron el dinamismo de la economía, tales como: el declive de la población indígena debido a las enfermedades, las recesiones causadas por las guerras en las que se vio envuelta la Corona Española, las terribles carreteras, las plagas de langostas, y el predominio del comercio en la región por parte de los ricos comerciantes radicados en la Ciudad de Guatemala, entre otros.
En 1785, como parte de las reformas borbónicas, se estableció el ayuntamiento de San Salvador.
A partir de la primera década del siglo XIX, en las posesiones americanas de la Corona española, comenzaron a surgir movimientos independentistas. San Salvador no era ajeno a los acontecimientos, ya que la situación económica y política era desfavorable para los habitantes de la provincia. La élite local, formada por criollos y religiosos, quería alcanzar la autonomía y librarse del dominio de la aristocracia guatemalteca, y el 5 de noviembre de 1811 estalló una revuelta contra las autoridades coloniales.
El levantamiento, el primero en el Reino ♛♚, no recibió ningún apoyo de las autoridades de las otras ciudades y finalmente fracasó. En 1814, sin embargo, se produjo un nuevo levantamiento.
El gobierno del capitán consiguió mantener el control de los amotinados hasta 1821, año en que se conoció la firma del plan de Iguala en la Subdivisión de Nueva España de la región, y proclamar la independencia de Ciudad Real, lo que motivó a los Estados independientes a presionar al jefe político Gabino Gaínza para que convocara al Consejo Provincial y firmara el Acta de Independencia que tuvo lugar el 15 de septiembre.
A pesar de que esta ley preveía la convocatoria de un congreso para decidir sobre el gobierno de las provincias, las autoridades guatemaltecas y los seguidores del plan de Iguala ordenaron la anexión del Imperio Mexicano el 5 de enero de 1822. La facción salvadoreña se opuso a la decisión por sus ideas republicanas, pero no pudo impedir que San Salvador se incorporara al Imperio, aunque fuera por poco tiempo, porque Agustín de Iturbide iba a dar el trono.
El 1 de julio de 1823, las antiguas provincias del Reino de Guatemala fueron declaradas totalmente independientes y pasaron a denominarse Provincias Unidas de América Central, cuya Asamblea Constituyente fue presidida por José Matías Delgado. A finales de ese año y principios de 1824, la alcaldía de Sonsonate, y más tarde la ciudad de Ahuachapán, fue anexada a la provincia salvadoreña.
La República Federal de Centroamérica fue fundada el 22 de noviembre de 1824 y El Salvador era uno de sus cinco estados. Sin embargo, el 12 de junio de ese año, el pueblo salvadoreño adoptó apresuradamente su propia constitución para evitar cualquier amenaza al centralismo guatemalteco. A pesar del régimen federal, la zona seguía dominada por la antigua rivalidad entre los provinciales, que querían mantener la autonomía del mismo poder federal, y los conservadores guatemaltecos, que querían mantener su hegemonía en la región.
Estas contradicciones, combinadas con una economía precaria, sistemas de comunicación deficientes y una fuerza armada frágil, dificultaron la existencia de la República y condujeron a dos guerras civiles entre 1826-1829 y 1830-1842. En El Salvador hubo también una revuelta indígena liderada por Anastasio Aquino. Con el éxodo de Francisco Morazán en 1840 - presidente centroamericano que tuvo simpatizantes en El Salvador y que trató de implementar medidas liberales extremas en la nación - la República Federal terminó. En 1841 El Salvador se declaró una república soberana e independiente.
Después de la disolución de la Unión, la lucha entre liberales y conservadores duró hasta 1871. Durante este período, el cultivo del índigo declinó y se introdujo el cultivo del café, el cual fue fomentado durante la administración del Dr. Eugenio Aguilar, e intensificado durante la del Capitán General Gerardo Barrios.
Entre 1871 y 1931, una sucesión de gobiernos liberales defendieron los intereses de la élite cafetera emergente. En 1882, durante la presidencia de Rafael Zaldívar, la Asamblea Legislativa ordenó la abolición de las tierras comunales y ejidales, las cuales fueron vendidas a particulares, resultando en un cambio abrupto en la propiedad de la tierra.
En 1929, la economía entró en crisis como resultado de la caída de los precios del café en el mercado internacional. En 1931, el general Maximiliano Hernández Martínez llegó al poder tras un golpe de Estado contra el presidente civil Arturo Araujo. Martínez, estableció un gobierno ultraconservador y autoritario. El líder indio Feliciano Ama dirigió el levantamiento campesino en Izalco en 1932. Después de la derrota de la revuelta, fue capturado y ejecutado.
El general Martínez y el ejército reprimieron el levantamiento campesino en el oeste del país, que resultó en la muerte de miles de personas. El número de muertes como resultado de estos eventos aún está en discusión. El número de muertes, que varía de un autor a otro, oscila entre 7.000 y 30.000 personas.
Los historiadores siguen debatiendo la influencia de los miembros del Partido Comunista Salvadoreño en el levantamiento y del líder comunista Agustín Farabundo Martí.
El General Martínez fue depuesto en 1944 por una huelga general llamada "Los Casos de Huelga de Armas". Pero su gobierno marcó el inicio de una serie de sucesivos gobiernos militares autoritarios, que terminaron en 1979 con un golpe de Estado contra el general Carlos Humberto Romero del PCN y el establecimiento del gobierno revolucionario de la Junta.
En 1982 se eligió una asamblea constituyente y se le transfirió el poder; las primeras elecciones presidenciales de la era democrática se celebraron en 1984. En 1969 se produjo una breve guerra con Honduras, cuyo nombre formal, según el gobierno del presidente Fidel Sánchez Hernández, fue "la guerra de la legítima defensa"; pero llegó a ser conocida también como la "Guerra de las 100 horas", o equivocadamente como la "Guerra del Fútbol".
La razón del conflicto armado radicó en una iniciativa de las autoridades de Honduras de llevar a cabo una reforma agraria dentro de sus fronteras; dicha distribución de tierras favorecía solamente a hondureños, lo cual obligó a miles de salvadoreños radicados en Honduras a volver a su país, luego de haber sido expropiados de sus tierras.
En respuesta a esta situación, El Salvador declaró la guerra a Honduras
La atmósfera de violencia política que se ha desarrollado durante la última década ha contribuido en gran medida a los 12 años de guerra civil (1980-1992). Fue un conflicto que se definió militarmente como una guerra de baja intensidad o una guerra popular prolongada, como la llamaban los movimientos guerrilleros del FMLN, y que costó la vida a más de 75.000 personas, entre muertos y desaparecidos.
Algunos de los factores que contribuyeron a la guerra fueron: la caída internacional del precio del café, el continuo fraude electoral y la insatisfacción de la población con la forma en que gobernaba el ejército. Uno de los acontecimientos que desencadenó el voto durante el conflicto armado fue el asesinato del Arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, en 1980.
El ambiente turbulento terminó en 1992 cuando los combatientes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), conformado por cinco grupos de izquierda, y el gobierno derechista del entonces presidente Alfredo Cristiani de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) firmaron los "acuerdos de paz" en Chapultepec (México) el 16 de enero de 1992, lo que aseguró reformas políticas y militares pero no profundizó el aspecto social.
En 1992, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) mandó la delimitación de "Los Bolsones" (un área fronteriza disputada entre El Salvador y Honduras), pero, gracias a la intervención de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la CIJ en 2003, la total demarcación de la frontera terrestre ha sido finalizada en el 2006.
También en 1992, la CIJ recomendó la adopción de una resolución tripartita sobre la creación de fronteras marítimas en el Golfo de Fonseca. El Salvador sigue presentando una denuncia contra la isla de los conejos, que no se incluyó en la decisión de la CIJ en este caso.
La capital de San Salvador es conocida por los numerosos terremotos que se han producido; desde la época colonial ha sido conocida popularmente como el "Valle de los Hammokes". En 1986, un terremoto de 7,5 grados en la escala de Richter y que duró 10 segundos destruyó gran parte de San Salvador. El 13 de enero de 2001, otro terremoto, en la escala Richter 7.9, causó una enorme destrucción en todo el país. Cordillera del Balsamo en Santa Tecla en el departamento de La Libertad, que mató a 800 personas y dejó a varios miles sin hogar.
El 13 de febrero de 2001, un mes después, otro terremoto de magnitud similar mató a 255 personas, dejando a cientos de familias sin hogar, especialmente dentro de la república, donde viven los grupos sociales más pobres. La última elección presidencial, que tuvo lugar el 15 de marzo de 2009, fue ganada por el periodista Mauricio Funes del partido de izquierda FMLN, el primer gobierno de izquierda en la historia del país.
La constitución política de 1983 establece que El Salvador es un país con un sistema político pluralista, que se expresa a través de los partidos políticos, que son los únicos instrumentos para representar al pueblo.
Desde el punto de vista de la administración política, el territorio está dividido en departamentos, cada uno de los cuales tiene un gobernador elegido por el ejecutivo, cuya principal tarea es servir de enlace entre la Presidencia y las autoridades locales de cada departamento, así como atender las necesidades de la comunidad en coordinación con la Dirección de Protección Civil del Ministerio del Interior.
Los partidos políticos legalmente inscritos en el Tribunal Supremo Electoral serán los siguientes (en orden alfabético):
Siglas | Nombre |
ARENA | Alianza Republicana Nacionalista |
CD | Cambio Democrático |
CN | Concertación Nacional (Ex Partido de Conciliación Nacional) |
FPS | Fraternidad Patriota Salvadoreña |
FMLN | Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional |
GANA | Gran Alianza por la Unidad Nacional |
PNL | Partido Nacional Liberal |
PE | Partido de la Esperanza (Ex Partido Demócrata Cristiano) |
PP | Partido Popular |
En El Salvador, por lo que se refiere a las autoridades locales, los departamentos están divididos en municipios que son autónomos desde el punto de vista económico, técnico y administrativo, aunque están obligados a cooperar con otras instituciones públicas en planes de desarrollo nacionales y regionales.
De acuerdo a la Constitución, en El Salvador existen tres órganos fundamentales, los cuales son el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
Se trata de un órgano colegiado compuesto por ochenta y cuatro miembros y es esencialmente responsable de las funciones legislativas. Sus miembros se renovarán cada tres años y podrán ser reelegidos. Las resoluciones del Órgano Legislativo, es decir, de la Asamblea Legislativa, requerirán el voto favorable de media docena más uno de los suplentes, salvo en los casos específicos previstos en la Constitución. También puede crear comités especiales para examinar cuestiones de interés nacional.
La Sección Ejecutiva estará integrada por el Presidente y los Vicepresidentes de la República, los Ministros y Vicepresidentes y sus suplentes. La duración de la Presidencia será de cinco años. El Presidente es también el Comandante General de las Fuerzas Armadas, la institución responsable de la defensa nacional. La seguridad pública está garantizada por la policía nacional civil. También hay un Consejo de Ministros.
La competencia para decidir y hacer cumplir los tribunales corresponde a la División de la Judicatura, que está integrada por el Tribunal Supremo, las Salas de la Segunda Instancia y los demás tribunales que, de conformidad con la legislación del país, tienen jurisdicción en los ámbitos en que son competentes. También existe un Consejo Nacional de la Magistratura, órgano independiente en sus funciones que contribuye a la eficiencia del sistema judicial.
El Ministerio Público de El Salvador está integrado por el Fiscalía General de la República, encargado de la defensa y representación de los intereses del Estado, así como de la investigación y promoción del proceso penal en caso de delito; el Ministerio Público de Derechos Humanos, creado a raíz de las reformas constitucionales derivadas de los Acuerdos de Paz de Chapultepec; y el Ministerio Público, que defiende, entre otras cosas, la familia, las personas y los intereses de los menores.
El Tribunal Supremo Electoral es la máxima autoridad electoral. Estará integrado por cinco magistrados elegidos por la Asamblea Legislativa por un período de cinco años.
Es responsable de convocar, organizar, dirigir y monitorear los procesos electorales para la elección del Presidente y Vicepresidente de la República, representantes del Parlamento Centroamericano, representantes de la Asamblea Legislativa y miembros de los consejos municipales.
El Tribunal de Cuentas de El Salvador es responsable del control de las finanzas públicas en general y de la ejecución del presupuesto en particular y, por lo tanto, es considerado el órgano rector del sistema nacional de control y auditoría de la gestión pública. Las acciones de control consisten en auditorías financieras, auditorías operativas y evaluaciones especiales.
El Salvador está dividido en 14 secciones. Geográficamente, se agrupan en tres zonas, que son: Occidental, Central y Oriental. Cada departamento está dividido en municipios, con un total de 262 municipios, que son autónomos desde el punto de vista económico, técnico y administrativo. Están gobernados por un consejo municipal trienal elegido por votación pública.
En el territorio de cada municipio hay un curso superior que es nominado como ciudad, pueblo o ciudad. También hay cantones en el barrio, que consisten en aldeas.
Departamentos De El Salvador |
Según datos del gobierno salvadoreño, la expansión territorial de El Salvador es de 20.742 km², la más pequeña de Centroamérica. Cabe añadir que el 11 de septiembre de 1992 la Corte Internacional de Justicia resolvió una controversia fronteriza entre El Salvador y Honduras sobre un total de 440 km², de los que se adjudicaron 150 km² a El Salvador y 290 km² a Honduras.
Ambos países completaron la demarcación de la frontera en 2006 de conformidad con el fallo. El Salvador también ejerce soberanía y jurisdicción sobre el mar, el subsuelo y los fondos marinos hasta una distancia de 200 millas náuticas de la línea de bajamar.
Como resultado de la demarcación de la Corte Internacional de Justicia, un gran número de personas de doble nacionalidad y muchos ciudadanos que todavía se consideran salvadoreños han sido incluidos en la población de Honduras, han causado dificultades para votar debido a la doble nacionalidad y han dificultado la búsqueda de asistencia pública, ya que las instituciones hondureñas están lejos de estas áreas y la gente sigue acercándose a las instituciones salvadoreñas.
El país limita al norte y noreste con la República de Honduras, al este y suroeste con la República de Honduras y el Golfo de Fonseca, que lo separa de la República de Nicaragua; en el Sur por el océano Pacífico; y en el Oeste y Noroeste por la República de Guatemala.
El Salvador cuenta con una ley de áreas naturales protegidas, que otorga al Ministerio del Ambiente la facultad de declarar estas áreas por decreto. Según la legislación, estas zonas pueden estar situadas dentro del territorio nacional de propiedad del Estado, de un municipio, de entidades autónomas o privadas y de personas físicas.
En abril de 2010, había 70 reservas naturales protegidas. Estas áreas incluyen el Parque Nacional Volcánico, que incluye tres volcanes principales de la cordillera Apaneca - Ilamatepec: Izalco, Santa Ana y Cerro Verde; Parque Nacional Montecristo, que forma parte de la Reserva de la Biosfera Trifinio; Parque Nacional El Imposible; Volcán Tecapa, que también alberga la Laguna de Alegría; Parque Nacional El Boquerón en el volcán San Salvador; Arrecife Los Cóbanos; Complejo Conchagua; Bicentenario También existen sitios RAMSAR como el complejo Jaltepeque, laguna El Jocotal, Bahia de Jiquilisco, embalse Cerrón Grande, laguna Olomega y complejo Güija.
El Salvador, sin embargo, es considerado el país más deforestado de América Central. En 2006, la superficie forestal, incluidos los manglares, ascendía a 2.665 km², lo que representaba el 12,6% de la superficie y el 1,1% de la superficie forestal regional.
Los factores que explican la reducción de la superficie forestal son los ciclos históricos de la producción agrícola, que comenzaron con la explotación del añil y continuaron con el café y el algodón; además, la alta presión demográfica de más de 300 habitantes por kilómetro cuadrado crea una demanda de leña para cocinar y de tierras para fines agrícolas.
Todos estos daños aumentan la incidencia de fenómenos naturales que provocan deslizamientos, inundaciones o pérdida de tierras fértiles.
La Cordillera del Bálsamo, la Cordillera del Jucuarán y el Volcán Conchagua dividen el paisaje costero en seis partes: costa a lo largo de la costa oeste, entre la desembocadura del río Paz y Punta Remedios; costa a lo largo de los acantilados, conectados con la cordillera de Balsamo; llanura costera central, entre La Libertad y la playa de El Espino; costa a lo largo de los acantilados, conectados con la cordillera de Jucuarán; llanura costera oriental, entre las playas de El Cuco y Punta Amapala; y la costa a lo largo del Golfo de Fonseca, entre Punta Amapala y el río Goascorán.
La topografía de El Salvador es accidentada por actividades volcánicas y tectónicas. Desde el punto de vista morfológico, se divide en seis regiones fisiográficas: llanura costera, cadena costera, zanja central, zanja interior, zanja interior y cordillera fronteriza. También hay una serie de valles.
Se encuentra entre la costa de las bañeras del Pacífico y los vástagos meridionales de la cadena costera y forma parte de la denominada zona costera, que abarca 21.000 km², de los cuales 7.000 km² pertenecen a la franja costera y 14.000 km² a la franja marítima. La costa tiene 321 km de longitud y se extiende desde el río Paz hasta el Golfo de Fonseca.
La Cordillera del Bálsamo, la Cordillera del Jucuarán y el Volcán Conchagua dividen el paisaje costero en seis partes: costa a lo largo de la costa oeste, entre la desembocadura del río Paz y Punta Remedios; costa a lo largo de los acantilados, conectados con la cordillera de Balsamo; llanura costera central, entre La Libertad y la playa de El Espino; costa a lo largo de los acantilados, conectados con la cordillera de Jucuarán; llanura costera oriental, entre las playas de El Cuco y Punta Amapala; y la costa a lo largo del Golfo de Fonseca, entre Punta Amapala y el río Goascorán.
Ubicada entre la planicie costera y la fosa central, abarca desde el río Paz hasta el valle medio del río Grande de San Miguel, y se divide en las sierras Apaneca-Ilamatepec, que es la zona de la mayor producción de café en el país; la sierra Libertad-San Vicente, en cuya parte Norte localizada en el departamento de La Libertad se ubican la cuenca del río Lempa y la sub cuenca del río Suquiapa; y la sierra Tecapa-Chinameca, zona asociada con la Bahia de Jiquilisco.
También es notable la cordillera costera sur de Jucuarán-Intipucá que se eleva entre la Bahia de Jiquilisco y el Golfo de Fonseca, y las alturas más llamativas son los cerros El Mono, Baúl, Panela, Montoso, Buenavista y el volcán Conchagua.
Se encuentra entre la cadena costera y las montañas de la frontera. La anchura varía entre 10 y 30 km. También hay lagos como Coatepeque e Ilopango, así como lagunas, valles y numerosos ríos. A lo largo de la historia se han producido cambios tectónicos en este lugar y una intensa actividad eruptiva que ha provocado la aparición de edificios volcánicos como los volcanes Chingo, Santa Ana, Izalco, San Salvador, San Vicente, Tecapa, Usulután y Cerro Guazapa.
Por otro lado, es la zona más densamente poblada del país, ya que alberga importantes ciudades como San Salvador, Santa Ana y San Miguel.
Es la unidad geomorfológica más pequeña del país y cubre el 5% del territorio. Se ubica en el noroeste del mismo, en las regiones de los departamentos de Santa Ana y Chalatenango. Tiene unos 70 km de longitud y contiene mucha grava. El río Lempa y varios afluentes depositan sedimentos fluviales en el pozo.
En el Oeste del territorio, separa como una franja estrecha e irregular la fosa interior de la meseta central y se extiende desde las faldas del volcán Chingo hacia el centro y Norte del departamento de Santa Ana. Puede considerarse una estribación de la Sierra Madre de Guatemala.
La zona limítrofe con Alotepeque-Metapán es la de Alotepeque-Metapán, que se extiende al norte del departamento de Santa Ana, tiene una oficina local en el municipio de Metapán y se extiende en el centro y norte del departamento de Chalatenango; al oeste de Honduras que se une con la cordillera de Celaque. Los picos más altos son Miramundo, Montecristo, El Brujo, El Pital (el pico más alto del país con 2.730 metros sobre el nivel del mar) y Cerro Negro. La otra cordillera fronteriza es la Nahuaterique en el norte del departamento de Morazán.
Los valles de El Salvador se dividen en valles altos y bajos. El más llamativo para la extensión es el valle superior del río Lempa. Otros valles importantes son: Zapotitán, Río Grande de San Miguel, Jiboa, Zalcuatitán (también llamado Las Hamacas, donde se encuentra la ciudad de San Salvador), Colima, Arcatao, Chalcuapa, Victoria, Tecoluca, Apastepeque y los ríos Sensunapán, Torola, Sirama y Goascorán.
En 2006, los recursos hídricos de El Salvador se estimaron en 17,8 km³, de los cuales 11,6 km³ procedían de aguas superficiales. Es también el único país centroamericano cuyo territorio fluye íntegramente hacia el Pacífico. Un total de 360 ríos son considerados importantes, agrupados en diez áreas hidrográficas. La más importante es la cuenca hidrográfica de la Lempa (10.167 km²), de la cual el 56% pertenece a El Salvador y el resto a Guatemala y Honduras.
Los otros lavabos son esos: Paz (919,9 km²), Cara Sucia-San Pedro (768,8 km²), Grande de Sonsonate-Banderas (778,4 km²), Mandinga-Comalapa (1.294,5 km²), Jiboa-Estero Jaltepeque (1).638,6 km²), Bahia de Jiquilisco (779,01 km²), Grande de San Miguel (2.389,2 km²), Sirama (1.294,5 km²) y Goascorán (1.044,4 km²).
Por otra parte, en 2005 se identificaron un total de 59 cuerpos de agua como lagos (incluyendo Ilopango, Güija y Coatepeque), así como lagunas, embalses, manglares y estuarios. Las represas hidroeléctricas lo son: Cerrón Grande, 5 de noviembre, 15 de septiembre y Guajoyo.
El Salvador también tiene agua subterránea. Aunque no se detalla su delimitación geográfica, la cantidad de lluvia que debe reponerse cada año se estima en 2.000 millones de m3. Los acuíferos de mayor rendimiento son Sonsonate-Acajutla, Jiboa-Lempa, Lempa-Jiquilisco, Usulután-Vado Marín, Valle de Zapotitán, Quezaltepeque-Opico y San Salvador. Todas ellas están situadas en el canal central y en la llanura costera del territorio.
El Salvador está ubicado en el Anillo de Fuego del Pacífico, y el área volcánica es muy activa. De hecho, el 90% del suelo está compuesto de materiales volcánicos. El número de volcanes individuales es de 23, aunque sólo cuatro volcanes (Santa Ana, San Salvador, San Miguel e Izalco) han estado activos todo el tiempo. Por otro lado, la erupción del volcán Ilopango en el año 260 d.C. es una de las más grandes de Centroamérica.
Por sus características geotectónicas y morfológicas, los volcanes se dividen en dos grupos: los antiguos volcanes del Terciario (más de dos millones de años) y los volcanes jóvenes del Cuaternario (menos de dos millones de años).
El primer grupo incluye volcanes como el leguateus andacahuatique, y se cree que tienen remotas posibilidades de erupción; por otro lado, los volcanes del Quaternaire presentan las especies de estratos de volcanes altos, depresiones volcánico-tectónicas, cráteres de explosión, cráteres por hundimiento o conos de caracoles.
Ejemplos de esto son Santa Ana, Izalco, San Salvador, San Vicente, San Miguel, Tecapa y Conchagua, entre otros. El Salvador, por su cadena volcánica y su ubicación en un sistema de falla geológica y el proceso de subducción entre las placas tectónicas del Coco y el Caribe, se encuentra en una región de alta actividad sísmica.
Un total de 55 terremotos ocurrieron entre 1573 y 2001 y se estima que el 70% del territorio podría ser afectado por tal evento. Desde los años ochenta, el número de víctimas ha aumentado, situación que se atribuye a la presión demográfica, a los tipos de vivienda y a la profundidad y distancia desde el epicentro hasta las zonas pobladas.
El Salvador está ubicado en la zona de clima tropical y ofrece condiciones térmicas comparables durante todo el año. Sin embargo, debido a la costa del Pacífico, se producen importantes fluctuaciones anuales con respecto a la brisa marina que transporta humedad y calor. La temperatura media anual (período considerado: 1950-1990) es de 24,8 °C, con las temperaturas medias anuales más bajas en diciembre (23,8 °C) y enero (23,9 °C), mientras que el mes más caluroso es abril (32,0 °C). La precipitación media anual es de 1.823 mm.
De acuerdo con el hecho de que los termómetros de las Estaciones Meteorológicas están influenciados por la isla de calor de las ciudades, la temperatura ha aumentado en los últimos treinta años en 1,2 ° C, que es la década de los años 80 uno de los más calientes (aunque las estadísticas ni siquiera cubren un siglo), con las precipitaciones influenciadas por el evento ENOS.
El Salvador tiene dos estaciones: la estación seca (noviembre-abril) y la estación lluviosa (mayo-octubre). Además, el país se ha visto afectado por la temporada de huracanes en el Caribe (junio-noviembre). Las frecuentes tormentas tropicales y huracanes mejoran el flujo de los ríos locales, afectando algunas de las áreas inundadas.
Los huracanes más destructivos que han azotado El Salvador son los siguientes: Fifi (1974), Gilbert (1988), Andrew (1992), Mitch (1998), Stan (2005) y Felix (2007).
El huracán Ida y la baja presión en noviembre de 2009 registraron una precipitación de 522 mm en apenas cuatro horas, en 2010 Agatha afectó el mes de mayo y acumuló 574 mm y en 2011 la depresión tropical Doce-E dejó acumulaciones de más de 1200 mm en 5 días.
La economía salvadoreña ha experimentado una mezcla de resultados sobre los sucesivos gobiernos de ARENA en términos de iniciativas de libre mercado y el modelo de gestión fiscal, incluyendo la privatización del sistema bancario, las telecomunicaciones, las pensiones estatales, la distribución de electricidad y parte de la generación de electricidad, la reducción de tarifas, la abolición de controles de precios y una mejor aplicación de los derechos de propiedad intelectual.
Desde la firma de los acuerdos de paz en 1992, el PIB ha crecido constantemente, pero en un clima de estabilidad macroeconómica. Uno de los problemas que enfrenta El Salvador es la desigualdad económica en la distribución del beneficio personal.
En 1999, la quinta parte más rica de la población recibía el 45% de los ingresos del país, mientras que la quinta parte más pobre recibía sólo el 5,6%. Desde diciembre de 1999, las reservas internacionales netas han aumentado a 1 800 millones de dólares.
Después de la cooperación con este fuerte amortiguador de divisas, el gobierno salvadoreño implementó un plan de integración monetaria a partir del 1 de enero de 2001, mediante el cual el dólar estadounidense se convirtió en moneda de curso legal con el colón salvadoreño y todas las cuentas formales se llevaron en dólares.
De esta manera, el gobierno ha limitado formalmente su capacidad de comercializar la política monetaria para influir en las variables a corto plazo de la economía. A pesar de que hay dos monedas legales en el país, el colon no ha estado circulando desde 2001 y ya no se utiliza para transacciones; sin embargo, algunas tiendas todavía informan al público sobre los precios en colones y dólares al mismo tiempo.
En general, debido al fuerte impacto de las remesas, la población apoyó la transición del colon al dólar. La transición al dólar también aceleró un patrón de tasas de interés más bajas en El Salvador, lo que permitió que muchos obtuvieran crédito para comprar una casa o un automóvil.
Algunos economistas creen que este aumento de los precios también habría sido causado por la inflación de no haberse producido el paso al euro. Los sectores políticos de izquierda han sido muy críticos con el proceso de dolarización, que consideran de interés para las empresas del sector financiero.
Como consecuencia de la guerra civil y del estancamiento nacional de los años ochenta, el PIB en términos de paridad del poder adquisitivo no es todavía superior al de finales de los años setenta. Hoy en día, la economía se centra más en la producción y los servicios que en la agricultura (cultivo de café). Las principales industrias son la alimentación y las bebidas, los productos derivados del petróleo, el tabaco, los productos químicos, los textiles y el mueble.
Actualmente existen 15 áreas de libre comercio en El Salvador. El principal beneficiario es la industria textil de maquillaje, que proporciona 88 700 puestos de trabajo directos y consiste principalmente en cortar ropa para su exportación a los Estados Unidos.
El Salvador fue el primer país en firmar e implementar el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA) y los Tratados de Libre Comercio con México, Chile, República Dominicana y Panamá, e incrementó sus exportaciones a estos países.
El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua también están negociando un acuerdo de libre comercio con Canadá. Así mismo, se ha terminado la negociación de un Tratado de Libre Comercio con Colombia y otro con Taiwán. En 2007 se pondrá en marcha un proceso de negociación con la Unión Europea con el objetivo de establecer un Acuerdo de Asociación.
La política fiscal ha sido el principal desafío para el gobierno de El Salvador. En los acuerdos de paz de 1992, el gobierno se comprometió a gastar en programas de transición y servicios sociales. Aunque la ayuda internacional ha sido abundante y caritativa, el gobierno se ha centrado en mejorar la recaudación de sus ingresos corrientes. El impuesto sobre el valor añadido (IVA) del 10% aplicado en septiembre de 1992 se incrementó al 13% en julio de 1995. El IVA es la principal fuente de ingresos, representando alrededor del 52,3% de los ingresos fiscales totales en 2004.
El modelo neoliberal que se ha implementado ha producido, según muchos académicos, resultados mixtos a nivel macroeconómico, hay una pequeña proporción de la población, particularmente aquellos con poder político, que se han beneficiado y han experimentado un fuerte crecimiento, mientras que en muchos otros sectores no hay mejoras en los niveles de vida. En 2001, el país adoptó el dólar como moneda oficial por decreto legislativo y reemplazó a la antigua moneda colonial.
Desde el cambio, las tasas de interés han caído y el pueblo salvadoreño que tiene acceso al crédito lo ha recibido a las tasas más bajas en tres décadas. El progreso económico ha hecho posible que instituciones financieras internacionales reconocidas, como Moody's, El Salvador, reciban la calificación de grado de inversión, que sólo se otorga en América Latina, Chile, México, Perú, Panamá y Colombia.
Hoy en día, los bancos salvadoreños en toda Centroamérica se han convertido en los bancos más grandes de la región. La aerolínea regional más grande, el TACA, es propiedad en un 70% de empresarios salvadoreños. La inversión privada en Salvador se puede encontrar en toda la región, especialmente en la zona de captación.
Las remesas de los salvadoreños que trabajan en Estados Unidos y que envían a sus familias son una importante fuente de ingresos en el extranjero y compensan el importante déficit comercial de alrededor de 4.000 millones de dólares. Las remesas han crecido de forma constante durante la última década, alcanzando un máximo histórico de 3.787 millones de dólares en 2008, alrededor del 17,1% del Producto Interior Bruto (PIB).
En abril de 2004, las reservas internacionales se estimaban en 1.900 millones de dólares. La inflación ha caído por debajo del 10% en los últimos años y las exportaciones totales han aumentado sustancialmente. Como país rico en folclore y tradiciones, la producción artesanal está muy extendida en todo el estado y contribuye en gran medida al desarrollo de la economía nacional. Materiales como caña, tul, arcilla, palma, madera, tul, jicara, cuero y metales, incluyendo oro y plata, son procesados.
El tejido, la cerámica, la orfebrería (filigrana) y la hojalatería (herramientas agrícolas, machetes) están muy extendidos y son una forma de generar progreso económico para muchas personas que venden artesanías a turistas nacionales y extranjeros y exportan, principalmente a Estados Unidos, Alemania y el resto de la Unión Europea.
El Salvador está implementando actualmente el Plan Puebla Panamá, que es un intento de integración regional, junto con México, todos los países de América Central y Colombia. Algunos creen que traerá enormes beneficios a cada una de las naciones involucradas, debido a la escala de la inversión en infraestructura y desarrollo social.
En El Salvador, la matriz energética está altamente cargada hacia el consumo de leña, 49.5% (en 1993), seguido por el petróleo con 40.6% en la misma fecha. La siguiente tabla muestra la estructura de la energía primaria por origen y tasa de crecimiento.
Debido a la alta densidad de población y a la temprana explotación del café, los recursos forestales de El Salvador se han reducido a un pequeño porcentaje de la superficie del país (5,8%, lo que corresponde a aproximadamente 121.000 hectáreas) y la mayoría están protegidos.
Como resultado, la mayor parte de la madera que necesita el país tiene que ser importada. Sin embargo, todavía hay especies de árboles muy especiales en el país, junto con otras que existen en casi toda América Latina. Los árboles son muy abundantes en sus bosques. El Salvador es incluso uno de los proveedores más importantes de goma de bálsamo.
Las centrales hidroeléctricas suministran actualmente el 36% de la electricidad producida en El Salvador. La Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) posee y opera el 97% de esta capacidad. Las cuatro centrales hidroeléctricas de El Salvador son: 5 de noviembre (81,4 MW), Guajoyo (15 MW), Cerrón Grande (135 MW) y 15 de septiembre (156,3 MW), todos sobre el río Lempa.
Actualmente se están llevando a cabo los siguientes proyectos en este sector:
Esta expansión de la capacidad hidroeléctrica añadiría 351 MW al sistema en los próximos cinco años, lo que representa un aumento de la capacidad actual del 76%. Además, la implementación de los proyectos binacionales El Tigre (sobre el río Lempa) y El Jobo y Piedra de Toro (sobre el río Paz) con Honduras y Guatemala, se añadirían 488 MW de capacidad adicional al sistema de generación.
Dos instalaciones geotérmicas están actualmente en operación en El Salvador, la planta de 95 MW en Ahuachapán y la planta de 104 MW en Berlín. LaGeo, de propiedad del Estado, antes conocida como Gesal, explota las dos centrales.
LaGeo está ampliando actualmente las dos centrales geotérmicas existentes y está llevando a cabo un estudio de viabilidad para una tercera planta, Cuyanausul. Se espera que estos tres proyectos añadan 64 MW de capacidad de generación de energía instalada para 2007.
La Estrategia Nacional de Energía de 2007 estipula que la capacidad geotérmica en El Salvador es de aproximadamente 450 MW. Los planes de expansión podrían resultar en una capacidad adicional de 183 MW en el período 2006-2014 (un incremento del 121% en los próximos 7 años), con proyectos a desarrollar en Ahuachapán (25 MW), Berlín (50 MW), San Vicente (54 MW) y Chinameca (54 MW).
La población estimada de El Salvador para el 2013 es de 6,288,899 habitantes en su territorio. En 2007, el 86% de la población era mestiza, 12% blanca, 0,23% nativa, incluyendo kakawiras (0,07%), nahuas (0,06%) y lencas (0,04%), 0,13% negra y 0,56% de otros grupos étnicos. Es el país más densamente poblado de América Latina.
En cuanto a la población negra, su presencia en la zona data de los inicios de la colonización española, pero trataron de ocultar su existencia en el proceso de formación de la nación en los siglos XIX y XX, en los que se elevó la mezcla racial y sus dos orígenes: la raza blanca y la raza india. En este caso, el General Maximiliano Hernández Martínez incluso introdujo leyes raciales en la década de 1930 que prohibían la entrada al país a las poblaciones negras.
El capítulo III de la Ley de Restricciones y Limitaciones de la Inmigración de 1933 dice lo siguiente en el capítulo 25: "Se prohíbe la entrada al país a los extranjeros que estén incluidos en uno o más de los siguientes casos: negros, malvados y gitanos, también llamados húngaros en el país".
El artículo 26 decía: "Los nuevos inmigrantes procedentes de Arabia, Líbano, Siria, Palestina o Turquía, comúnmente conocidos como "turcos", no podrán entrar en el país.
A principios de 2004, unos 3,1 millones de salvadoreños vivían fuera de El Salvador como inmigrantes en los Estados Unidos -en su mayoría indocumentados/indocumentados- y ese es el destino al que van tradicionalmente para salir de la precaria situación económica en la que viven o para mejorar sus condiciones de vida. La segunda comunidad más grande de salvadoreños en el extranjero es la comunidad de Guatemala que suman unos 111,000, también hay nutridas comunidades salvadoreñas en Canadá, México, Italia, Suecia, Australia y Costa Rica.
Esta situación se agravó durante la guerra civil de los años ochenta y, posteriormente, por las condiciones económicas y sociales desfavorables. Desde los acuerdos de paz de enero de 1992, los gobiernos del partido ARENA han estado llevando a cabo una serie de reformas económicas requeridas por el modelo neoliberal promovido y apoyado por el Gobierno Federal de los Estados Unidos.
De acuerdo con la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), los hombres en El Salvador tienen una tasa de alfabetización de 89.8% y las mujeres una tasa de 85.0%. En promedio, el 11,7% de la población del país en su conjunto no sabe leer ni escribir. Según datos del gobierno, hay 15 municipios donde se ha erradicado el analfabetismo. Esto significa que al menos el 96% de la población sabe leer y escribir.
De acuerdo con la legislación salvadoreña, la educación formal se imparte en los niveles primario, preescolar, primario, secundario y superior. Pero la ley también estipula que la educación primaria, preescolar, primaria, media y especial debe ser gratuita y obligatoria. La educación inicial comienza desde la concepción hasta los cuatro años de edad.
La guardería dura tres años y atiende a niños de cuatro a seis años.
La educación básica se imparte por lo general a estudiantes de entre siete y quince años de edad y es obligatoria y gratuita cuando la imparte el Estado. Los alumnos de 6 años pueden ser admitidos siempre que demuestren una madurez y competencia adecuadas de acuerdo con los criterios y mecanismos de evaluación establecidos por el Ministerio de Educación en el contexto de los criterios pedagógicos.
La educación primaria consta de 9 áreas de estudio divididas en tres ciclos de 3 años cada uno. La educación secundaria ofrece formación en dos modalidades, una general y otra profesional. El programa de la escuela secundaria culmina con el programa de licenciatura. El bachillerato general tendrá una duración de dos años, mientras que el bachillerato técnico profesional tendrá una duración de tres años.
La duración del bachillerato vespertino es de tres años para la enseñanza general y de cuatro años para la formación profesional. Para obtener el título de Bachelor es imprescindible haber completado y aprobado el plan de estudios asociado, incluido el estudiante de servicios sociales, además de realizar una prueba obligatoria establecida por el Ministerio de Educación para medir el aprendizaje y las competencias de los estudiantes.
Este examen, que se realiza desde 1997, se conoce como el Examen oficial de Aprendizaje y Aptitudes para Graduados de Secundaria (PAES). Los centros oficiales de enseñanza secundaria se definen como institutos nacionales, mientras que las instituciones privadas se denominan colegios de enseñanza superior o liceos.
La educación de necesidades especiales es un proceso de aprendizaje que se ofrece a las personas con necesidades educativas especiales a través de una metodología dosificada y específica.
La Universidad de El Salvador fue creada por decreto de la Asamblea Constituyente de 16 de febrero de 1841, por iniciativa del Presidente de la República, Juan Lindo, y del sacerdote católico Crisanto Salazar, con el fin de crear un centro de educación superior para los jóvenes salvadoreños.
La Universidad de El Salvador tuvo una existencia precaria en sus primeros años debido al escaso apoyo gubernamental. Desde los años 50, la Universidad de El Salvador se ha convertido en el principal punto de referencia para el pensamiento de la izquierda salvadoreña y en uno de los principales centros de oposición a los gobiernos autoritarios y militaristas del país.
La primera universidad privada que se creó fue la universidad centroamericana "José Simeón Cañas", la más importante de las cuales se remonta a principios de los años sesenta, cuando Monseñor Luis Chávez y González, arzobispo de San Salvador, expresó la idea de crear una universidad católica dirigida por jesuitas, ya que hay muchas en varios países.
Las principales universidades del país, por su número de estudiantes son:
La cultura popular de El Salvador incluye tradiciones ancestrales y costumbres de culturas prehispánicas, que se fusionan con las costumbres españolas. Los núcleos de población más representativos y tradicionales se encuentran en las zonas de Los Izalcos, Nonualcos, alrededor de San Salvador y Cocoa Opera.
Las expresiones materiales del folclore salvadoreño incluyen elementos como la artesanía, en la que se encuentran importantes centros de producción en Nahuizalco, La Palma o Ilobasco; y los objetos incluyen varios tipos de cerámica, cerámica, aparejos, cestería, arcilla, juguetes, pirotecnia, etc.
En cuanto a la vivienda, según datos de 2003, se consideró que el uso de techos de paja había desaparecido en las comunidades indígenas, mientras que las paredes del adobe seguían en pie. En lo que respecta a la vestimenta, las prendas tradicionales suelen usarse durante los eventos culturales, aunque en algunas ciudades, como Izalco, Nahuizalco o Panchimalco, a veces pueden verse como parte de la vestimenta cotidiana.
En el campo de la expresión social, se destacan las cofradías que llegan a un total de cincuenta y tres en El Salvador. Las ciudades donde se ubican las más tradicionales son Izalco, Panchimalco, Jayaque, San Pedro Nonualco, o Santo Domingo de Guzmán; por otro lado, en el comercio popular sobrevive el tiangue, y juegos tradicionales para niños y adultos, como el jojo, peajes, capuchas, chibolas, palos, cabalgatas, etc.
En la cultura popular relacionada con el aspecto espiritual y mental, cabe destacar las fiestas patronales que se celebran en todos los municipios, incluida la de San Miguel, donde se celebra un renombrado carnaval, así como en San Salvador, con las Fiestas Agostinas, o Santa Ana con las Fiestas Julias.
Otras expresiones son los bailes, y una lista corta incluye tortugas, historiadores, chapetones, tigres y venados, gente emplumada, etc. También hay una colección de leyendas e historias, la siguanaba, el cipitío, y el regalo de su representante, entre otros.
El maíz, que también es utilizado por muchas personas en América del Norte y del Sur, es el ingrediente principal de la cocina típica salvadoreña. El plato por excelencia es la pupusa, que tiene un día nacional que se celebra cada dos domingos de noviembre.
Otros alimentos populares hechos de maíz son: las tortillas, muy importantes en la dieta diaria de los salvadoreños, pero también los tamales, variedades de tiendas de campaña como el atol de elote, piñuela, shuco o chilate, y sándwiches como riguas, tustacas y totopostes, y chicha de maíz como bebida. Además, hay festivales de maíz, también conocidos como atoladas, que se celebran en la segunda mitad de cada año en varias ciudades de todo el país, generalmente en agosto.
Estas fiestas pueden tener un carácter familiar. Aparte del maíz, los frijoles son otro ingrediente ampliamente utilizado en la cocina salvadoreña. Otros platos tradicionales son: gallo en chicha, sopa de pollo, sopa de pata, consomé de garrobo, sopa de frijoles con carne de cerdo y masitas, nuegados de yuca, frituras de huevo, yuca con chicharrones, calabaza con miel, calabaza con miel y pan con pavo.
También hay una variedad de dulces hechos a mano, y ciudades como Santa Ana y San Vicente son importantes en su producción. Se venden principalmente en las fiestas de la patrona del país, y una lista corta incluye: conservas de coco, coco rallado, melochas, chilacayote, dulce de leche, dulce de nance, dulce de tamarindo, dulce de panela, entre muchos otros.
Otra importante oferta gastronómica tradicional, dentro del pan dulce, es la cemita, las viejitas, las salporas, las picardinas, las adillas de queso, la torta de yema, el marquesote, etc. Las bebidas calientes tradicionales son la leche chocolatada, el café, la leche en polvo y las ya mencionadas, que se elaboran con maíz. Las bebidas frías populares, también llamadas frescos, son: horchata, tamarindo, cebada, ensalada, chan y tiste, entre otras.
Durante el período de independencia en la provincia de San Salvador, donde prevaleció el oratorio, y en los primeros años de la república, tuvo lugar un período neoclásico, con Miguel Álvarez Castro, Enrique Hoyos e Ignacio Gómez como iniciadores.
Ya a mediados del siglo XIX hubo una primera generación romántica con escritores como Juan José Cañas, Francisco Esteban Galindo y Antonia Galindo. La segunda corriente romántica tuvo entre sus exponentes a Francisco Gavidia, quien también fue uno de los iniciadores del modernismo en Centroamérica, así como a Román Mayorga Rivas, y Vicente Acosta, entre otros.
A finales de siglo nació Alberto Masferrer, quien se distinguió por un pensamiento social que dejó atrás en su trabajo periodístico, oratorio y ensayístico. En esa época también estaban Arturo Ambrogi, conocido autor del impresionismo literario, y José María Peralta Lagos, conocido hombre del lienzo. Los poetas de esa época lo eran: Ramón de Nunfio, Alfonso Espino, Alberto Rivas Bonilla, o Sarbelio Navarrete; y entre los prosistas: Francisco Herrera Velado, Carlos Serpas, Miguel Ángel Espino, Alberto Guerra Trigueros, entre otros.
Los literatos de la generación de los años 1910 y 1915 fueron: Alfredo Espino, Vicente Rosales y Rosales, Raúl Contreras, o Julio Enrique Ávila.
A partir de la década de 1920 apareció otra generación de autores salvadoreños, entre ellos Salvador Salazar Arrué (Salarrué), considerado el mejor narrador salvadoreño; Claudia Lars, una de las mejores voces femeninas en el lirismo latinoamericano del siglo XX; y Serafín Quiteño, o Serpas Lilianas. Otros autores del siglo XX son esos: Quino Caso, Pedro Geoffroy Rivas, Hugo Lindo, Alice Lardé de Venturino, Ricardo Trigueros de León, Matilde Elena López, y el fabulista León Sigüenza.
También había un grupo llamado Generación comprometida, que incluía a Italo López Vallecillos, Waldo Chávez Velasco, Irma Lanzas, Álvaro Menen Desleal, José Roberto Cea, Eugenio Martínez Orantes y Tirso Canales; y el Círculo Literario Universitario Salvadoreño de Roque Dalton, Jorge Arias Gómez, Manlio Argueta y Roberto Armijo; después de estas generaciones vinieron poetas como David Escobar Galindo, y de grupos literarios como Luis Melgar Brizuela, Julio Iraheta Santos o Jaime Suárez Quemain.
Otros escritores contemporáneos son: Horacio Castellanos Moya, Francisco Andrés Escobar, Miguel Huezo Mixco, Jacinta Escudos, Carmen González Huguet, Ricardo Lindo, Rafael Menjívar Ochoa, Otoniel Guevara, Yanira Soundy, Rafael Mendoza y Silvia Elena Regalado, entre otros.
En el campo de la pintura, Wenceslao Cisneros fue el primer artista conocido en El Salvador. Más tarde, se crearon nombres como Marcelino Carballo, residente en Zacatecoluca, y Pascasio González, que también apareció en la arquitectura. Ya en el siglo XX, los artistas con influencia europea eran: Carlos Alberto Imery, educador de generaciones de pintores; Miguel Ortiz Villacorta, también encargado de una academia; y Pedro Ángel Espinoza, de origen modesto.
Las características tradicionales, originarias del primer tercio del siglo XX, son las mismas de Salarrué, Zelie Lardé y José Mejía Vides. Un personaje destacado que dejó la escuela en el país fue el español Valero Lecha, quien formó a pintores de la talla de Julia Díaz, Raúl Elas Reyes y Noé Canjura. Se oponen al movimiento académico, llamado los independientes: Camilo Minero, Luis Ángel Salinas y Carlos Cañas. En la década de 1970, época de agitación social, surgieron varias figuras, entre ellas Roberto Huezo, Armando Solís, Antonio García Ponce, Fernando Llort y César Menéndez.
Parte de una fructífera lista de artistas contemporáneos son: Antonio Bonilla, Roberto Galicia, Sonia Melara, Mayra Barraza y Walterio Iraheta. En la rama de dibujos animados, Toño Salazar destaca, y otros artistas del género son Rigo, Bollani y Ruz.
En el campo de la escultura destaca el nombre de Valentín Estrada, considerado el primer'escultor nacional'. En la década de 1970, el español Benjamín Saúl influyó en el país; también estuvieron presentes otros escultores: Enrique Salaverría, Rubén Martínez, Leónidas Ostorga, Negra Álvarez, Tití Escalante, Mauricio Álvarez, Verónica Vides y Guillermo Perdomo.
La música tradicional salvadoreña -que se interpreta en sus danzas- es producto de la mezcla precolombina, europea y africana. En los primeros años de la era republicana se tocaban en el país acopladores, valses, romances y canciones patrióticas, y se formaron las primeras bandas militares.
En la primera mitad del siglo XX, los puertos deportivos se hicieron populares y algunos grupos ganaron fama internacional. También fue una época en la que destacaron excelentes compositores con temas que van desde lo académico a lo tradicional, como Felipe Soto, Ciriaco de Jesús Alas, David Granadino, Pancho Lara, Lito Barrientos, Luis Alonso Polio, Francisco Palaviccini y Benjamín Solís, así como la musicóloga María de Baratta.
Otros intérpretes de música académica son Germán Cáceres, Alejandro Muñoz Ciudad Real, Esteban Servellón y el profesor rumano Ion Cubicec.
Con la llegada de nuevos géneros musicales, aparecieron orquestas de baile y en los años sesenta y setenta comenzaron a difundirse grupos juveniles, incluyendo artistas de rock y otros estilos modernos como el Heavy Metal, con ochenta y seis bandas de este estilo que existían en 2011 con discos grabados. Por otro lado, la cumbia salvadoreña se consolidó en el país.
El Salvador también cuenta con una Orquesta Sinfónica, una Orquesta Sinfónica Juvenil y un Coro Nacional.
En 1824, El Salvador publicó el primer diario escrito: El Semanario Político Mercantil del presbítero Miguel José Castro y Lara, que dejó de publicarse en 1826. En el resto del siglo, los temas políticos y comerciales dominarán las páginas de los periódicos.
A finales de siglo y principios del siglo XX aparecieron varios medios de prensa literaria, como el Directorio Salvadoreño (1891) de la Academia de Ciencias y Bellas Artes de San Salvador; El Fígaro (1893), en el que colaboró Arturo Ambrogi; y La Quincena (1903) de, entre otros, Vicente Acosta.
Pero es el nicaragüense Román Mayorga Rivas quien traería un periodismo versátil e innovador al Diario del Salvador (1895), y por lo tanto es considerado el fundador del periodismo moderno en el país. Otro nicaragüense que dejaría su huella en varios escritores salvadoreños fue Juan Felipe Toruño, un promotor de talento literario.
En los años siguientes aparecieron importantes periódicos, como Diario Latino, fundado en 1890 por Miguel Pinto padre. La Prensa de José Dutriz en 1915 y El Diario de Hoy de Napoleón Viera Altamirano en 1936. Destacan también los periódicos Patria de Alberto Masferrer y La Tribuna, en los que colaboraron varios intelectuales.
En 1966 comenzó a circular El Mundo. Durante la guerra y la posguerra, el semanario Primera Plana sentó las bases para el periodismo de investigación. En la actualidad, desde el año 2000, los medios de comunicación en línea han aparecido de una manera bastante dinámica, es decir, en Internet, tales como "El Faro", "Diariolatino.net", "La Página" y "ContraPunto".
La Constitución de El Salvador garantiza el libre ejercicio de todas las religiones. La misma carta fundamental reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia católica, mientras que otras iglesias pueden obtener el reconocimiento de su personalidad jurídica de conformidad con la ley (artículo 26).
Históricamente, el país tiene una clara mayoría católica, según diversas encuestas, esta realidad está cambiando lentamente, en 1995, el 16,8% de la población se consideraba cristiana evangélica, mientras que en 2008 el porcentaje había subido al 34,4%, mientras que la población católica está en declive, contra el 67,0%.
En 1995, entre el 9% y el 50,4%, según un estudio de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas en 2009, este estudio difiere en el número de cristianos evangélicos, estimando que son el 38,2% de la población del país; el 2,5% pertenecía a una religión diferente, mientras que el 8,9% afirmaba no tener religión.
Los grupos cristianos no protestantes en El Salvador son: Días, testigos y el compañerismo de Cristo; y doctrinas no cristianas: Bahaísmo, Islam, Budismo, Judaísmo, grupos relacionados con el Hinduismo, Rosacrucismo, movimientos psíquico-espirituales de la Nueva Era, y religión popular o sincrética de las tradiciones indígenas y el Catolicismo.
Una ley general sobre el deporte, que entró en vigor en diciembre de 2007, establece las normas que rigen la política deportiva en el país y los organismos responsables de ella.
Esta legislación declara "la organización, la promoción y el desarrollo del deporte en todo el territorio nacional de interés social y beneficio público" (artículo 3). El principal organismo responsable de esta tarea es el Instituto Nacional del Deporte (INDES), que ya había sido creado en 1980.
Esta ley también regula las diversas federaciones que son la máxima autoridad en el campo en cuestión. Todo debe ser reconocido por el INDES. Actualmente hay 43 instituciones de este tipo en la lista. El reglamento también reconoce las funciones del Comité Olímpico de El Salvador. El deporte más popular del país es el fútbol. El equipo nacional local se ha clasificado dos veces para el Campeonato Mundial. A lo largo de su historia, Jorge "Mágico" González ha sido considerado como el mejor jugador de esta disciplina.
Sin embargo, es el fútbol playa el que ha logrado el mayor éxito en los torneos internacionales, cuarto puesto en la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA 2011. Por otro lado, el país está presente en los Juegos Olímpicos desde 1968.
Las mejores actuaciones de los Juegos Panamericanos se vieron en los Juegos de 2007 en Río de Janeiro, donde destaca la medalla de oro de la excursionista Cristina Esmeralda López. El portero Jorge Jiménez alcanzó el primer puesto del ranking mundial FITA en 2007.
En lo que respecta a las competiciones internacionales organizadas por El Salvador, cabe destacar los Juegos Deportivos Centroamericanos y los Juegos Centroamericanos y del Caribe, ambos celebrados en dos ocasiones. Las federaciones respectivas también han desarrollado eventos relacionados con sus competencias.