Antecedentes Históricos | Intibucá y La Esperanza | Datos Generales | Belleza Rodeada De Pinares | La Ciudad | Turismo | Aldeas | Ir al Departamento…
"Municipio de La Esperanza, Departamento de Intibucá a solamente 30 minutos (65 kilómetros de una buena carretera asfaltada) de la ciudad de Siguatepeque, se encuentran las ciudades gemelas de La Esperanza e Intibucá, en el Departamento de Intibucá, las que ofrecen una gran variedad de atractivos para los turistas nacionales y extranjeros."
Empezó a poblarse a principios del siglo XIX.
Le dieron el título de Villa el 22 de septiembre de 1848.
En 1883 categoría de ciudad.
Era un curato del departamento de Gracias, pasó a Intibucá en 1883 al crearse este departamento.
ORIGEN DE SU NOMBRE: Su nombre simboliza la más Hermosa de afecciones humanas; también la llaman la ciudad de los jardines.
SITUACIÓN: Su cabecera está situada en un paraje llano de la altiplanicie de Intibucá.
LIMITES: Al Norte, municipio de Intibucá; al Sur, municipio San Marcos de la Sierra; al Este, municipio de Yarula y Marcala; y al Oeste, municipio San Marcos de la Sierra y Yamaranguila.
A solamente 30 minutos (65 kilómetros de buena carretera asfaltada) de la ciudad de Siguatepeque, se encuentran las ciudades gemelas de La Esperanza e Intibucá, en el Departamento de Intibucá, las que ofrecen una gran variedad de atractivos para los turistas nacionales y extranjeros.
Ubicado sobre los 1,600 metros sobre el nivel del mar, este municipio hondureño, disfruta de uno de los climas más fríos del país. Una línea imaginaria separa las dos ciudades, al extremo que con solo cruzar una calle, usted está en una u otra ciudad. Ambas comparten el Parque Central, pero cada una tiene su respectivo templo católico.
Intibucá es el poblado más antiguo y su origen es la etnia Lenca, mientras que La Esperanza fue fundada por ladinos de origen español a finales del siglo XVII. Los turistas que visitan esta zona del occidente nacional, pueden disfrutar de originales hoteles como Los Pinos Mountain Resort (hotel de montaña con arquitectura y comida iraní-persa), Cabañas Llano de la Virgen, el Ipsan-Nah y otros.
Desde el cerrito 🗻 El Mirador se aprecian ambas ciudades y todo el paisaje que las mismas forman con las todavía bien protegidas montañas que las rodean. En este mismo lugar está la famosa gruta de la Inmaculada Concepción, donde permanece la figura de esta virgen católica. Otro atractivo es el cerro Los Hoyos, ubicado en la planicie Valle de Azacualpa, en las montañas cercanas, exactamente en el cerro El Cidral.
Son una serie de hoyos, cilíndricos, distribuidos a lo largo del este bosque nublado. Las aguas frescas disponibles en los baños públicos también son de interés para los visitantes ubican en medio de un pequeño bosque, que debido a su adecuada protección, mantiene agua durante todo el año en estos baños. Otro sitio de interés es el bosque de árboles enanos, ubicado en el caserío Ajuterique, donde se pueden apreciar plantas, que nacen y crecen en forma natural, sonde mucha belleza muy parecida a los bonsái de origen japonés.
Este mes de julio, los esperánzanos celebran su Festival de La Papa, oportunidad ideal para que los turistas visiten esta zona y disfruten de todos estos atractivos.
Subdivisiones | 5 aldeas y 25 caseríos |
Superficie Total | 157 20 km² |
Altitud Media | 1.720 msnm |
Población (2001) Total | 7,380 hab. |
Densidad | 47 hab/km² |
Gentilicio | Esperanzano/Esperanzana |
Código Postal | 14101 |
La Esperanza e Intibucá son las ciudades de mayor elevación en Honduras. Son " ciudades gemelas ", unidas de forma casi indistinguible. Hay dos municipalidades, cada una con su alcalde, dos mercados públicos, dos iglesias católicas, etc. Pero las cabeceras de estos dos municipios, tienen riquezas naturales y atractivos eco turístico que, además de unirlas, demandan mayor protección y un mejor manejo de parte del Estado de Honduras. 👈
Valle de Azacualpa, otras de las atracciones de Intibucá y donde se ubican los sitios de tierras comunales, que usan los vecinos para sus cultivos desde tiempo coloniales.
Al llegar a La Esperanza , a la orilla de la moderna carretera que conduce desde Siguatepeque, se ubica la pintoresca laguna Madre Vieja, mientras en la zona más alta del municipio de Intibucá (más de 1,600 metros sobre el nivel del mar) está otra laguna conocida como Chiligatoro. Ambos cuerpos de agua dulce forman parte de los sitios naturales y turísticos de esta zona, no obstante que hasta la fecha han sido muy poco estudiadas y se desconocen los detalles sobre profundidad, extensión, tipo biodiversidad y otros.
Durante la temporada del verano, especialmente en la Semana Santa, ambas lagunas son disfrutadas por gran cantidad de visitantes locales y provenientes de otros lugares del país. Para el caso, según estadísticas del patronato de la aldea Chiligatoro, esta laguna recibió cerca de 2,500 turistas en las vacaciones veraniegas del presente año.
Sayda Bautista, una joven residente del lugar, realizó recientemente un estudio de mercadeo y un plan de negocios para desarrollar el ecoturismo en esta laguna, el cual ya se presentó ante Pro-Empresas, una organización no gubernamental que impulsa varios proyectos con el apoyo de la Cooperación Suiza para el Desarrollo (COSUDE).
Esta propuesta, donde participan los miembros del patronato lugareño, plantea la instalación de todas las facilidades de un centro recreativo en esta laguna, entre ellas lanchas, pesca deportiva y para consumo alimenticio, cabañas con hamacas, caballos para paseos y bicicletas. ✅
Este es otro de los atractivos con los que cuentan los esperanzanos e intibuqueños. Son cerca de 500 árboles, la mayor parte de ello sin exceder el medio metro de altura. Se ubican en la zona conocida como La Esmeralda, un sitio poco habitado.
Según opinión de los pocos biólogos que los han visitado, por las características de los parásitos que tienen estos árboles en sus troncos y ramas, los mismos fácilmente pueden tener cerca de 100 años de estas en esta región, cuyos suelos son similares a los volcánicos, lo que puede ser una posible explicación de su diminuto tamaño.
Expertos de la Dirección de Biodiversidad de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente(SERNA), organizan actualmente un estudio para determinar científicamente todas las características de este bosque enano, al mismo tiempo que gestionar su protección legal y un programa de manejo y uso eco turístico en el que participen activamente las autoridades e instituciones de la zona.
La Fundación Intibucana de Desarrollo (FUNIDE), es una fundación civil, sin fines de lucro y con domicilio en la ciudad de La Esperanza. 🍷 Tiene como objetivos y finalidades, contribuir al desarrollo integral del departamento de Intibucá... Una de sus primeras actividades, es precisamente el Primer Festival del Choro y del Vino, que se celebrará el uno y dos de julio próximos.
Con esta actividad se presentará a las ciudades de La Esperanza e Intibucá, como sitios de destino por sus atractivos turísticos: belleza escénica (naturaleza, caminatas o senderismo), cultura viva (etnia Lenca) y la diversidad de artistas (danzas folclóricas, coro polifónico, música costumbrista, pintura, declamación, etc.).
El Choro es un hongo silvestre, de sabor exquisito, al grado que su nombre científico es Amanita Cesarías porque era uno de los platos preferidos de los césares. En calidad gastronómica mundial (que va de uno a cuatro tenedores), el Choro o Sido, es uno de los pocos en el mundo que posee cuatro tenedores. En La Esperanza e Intibucá, ubicadas en la meseta más alta de Honduras, en la Cordillera de Opalaca, se pueden consumir estos hongos.
La altura sobre el nivel del mar (1800 metros) y los extensos bosques que rodean a las ciudades, proporcionan el material orgánico indispensable y permiten que en esta región se produzcan muchas variedades de hongos comestibles y algunos tóxicos.
Los lugareños, que desde tiempos remotos recolectan los Choros, son expertos en identificar los comestibles, los cuales venden en el mercado local o también se colocan en las orillas de las carreteras, promocionando este producto. La temporada de Choros es corta: en junio-julio, cuando las copiosas lluvias comienzan. En los restaurantes de La Esperanza e Intibucá, se ofrecen una variedad de deliciosos platillos elaborados con estos hongos, que van desde los tradicionales: asados en los brasas y adobados con limón y sal, hasta los más sofisticados.
Los municipios de La Esperanza, Intibucá y Yamaranguila, tienen vinos elaborados a base de frutas silvestres de alta calidad y de la gran cantidad de frutas de altura, producidos en los huertos familiares. Son deliciosos los vinos de durazno, fresa, mora, pera, manzana, naranja, ciruela, café, uvas y los más exóticos: de papa, arrayán y jabaticaba.
Nos encontrábamos a la mitad del camino entre la capital industrial y la del país, en la ciudad de Siguatepeque, dispuestos a recorrer 65 kilómetros para llegar a una ciudad ubicada en la zona centro occidental del país: La Esperanza. Está formada por dos ciudades hermanas, la primera es Intibucá, bastante antigua y con un poblado en su mayoría indígena; la otra es La Esperanza, en la cual abundan más los mestizos.
Estas ciudades están separadas por calles, de tal forma que es difícil darse cuenta cuándo se encuentra en alguno de los dos lugares. La Esperanza está rodeada de 🌲 montañas con extensos pinares, dentro de los cuales se esconden una multitud de pequeños pueblos y caseríos tradicionales.
Además, aún perduran las tradiciones precolombinas de la etnia lenca, como el Guancasco y las Alcaldías Auxiliares de la Vara Alta, que datan de la época de la conquista. Dentro de la ciudad encontrará la Casa de La Cultura, en donde está el Centro de Interpretación de la Cultura Lenca, dedicado a esta etnia que tanto predomina en la zona.
La Casa de la Cultura se ubica en el Edificio de Gobernación. Es importante mencionar que hay cooperativas de mujeres indígenas en las cuales venden los artículos que producen, entre ellos algunos textiles, cestos de junco, ollas de barro, bebidas y comidas. Después de subir muchos escalones de La Gruta, se llega a una capilla en donde encontrará un pequeño altar con la Virgen de la Inmaculada Concepción.
Los moradores de La Esperanza muestran con orgullo una famosa gruta labrada en piedra, levantada en el cerro La Crucita, ubicado al oeste de la ciudad, en cuya entrada se ha construido una capilla en honor a la Virgen de La Inmaculada Concepción, otro nombre con el cual se le conoce es Virgen de Lourdes.
Además, está acompañada de la Bernardita, que fue la niña a quien la virgen se le apareció. La capilla fue hecha en tiempos del general Carías, cuando en la ciudad el comandante de armas era el coronel J. Inés Pérez. Para edificarla, el coronel recogía a personas ebrias que deambulaban por la ciudad y los enviaba a trabajar picando piedra, otros que laboraban diariamente eran los reos.
En un inicio, a esta gruta le instalaron un sistema de agua que actualmente no funciona. Lamentablemente, la capilla se mantiene cerrada todos los días, a excepción del 11 de febrero, en que el sacerdote celebra una misa.
Los intibucanos se visten de gala en el mes de julio, al organizar el popular Festival de la Papa, tubérculo que es el patrimonio agrícola del lugar. Este año se conmemora el número 20 e inicia el próximo miércoles 27 de julio hasta el seis de agosto, en honor a Santa María Magdalena. En la celebración habrá juegos artificiales, presentación de marimbas y conjuntos de música; además, seleccionarán a una joven que será coronada como reina del evento.
Ayer, la Fundación Intibucana de Desarrollo, Funide, junto a pro empresas Swiss Contac y Cosude realizaron el primer proyecto rural para el desarrollo turístico en el departamento de Intibucá, denominado “Primera aldea turística de Honduras”.
La comunidad se llama Laguna de Chiligatoro, el proyecto consistió en la siembra de 20 mil alevines de carpa y tilapia con el fin de ayudar a 1,500 habitantes y propietarios de la aldea.
La pesca, el paseo en canoa o caballo, senderos, comidas tradicionales, champas, artesanías, cultivo y venta de flores y agroturismo son los atractivos de este proyecto. Se piensa comenzar con el funcionamiento de la primera etapa en los próximos seis meses.
La Esperanza, se encuentra ubicada en la meseta del mismo nombre, en el centro del departamento de Intibucá, cabe decir que es la ciudad gemela de Intibucá, ya que ambas comparten territorio jurisdiccional y son pocas las calles que las dividen. El casco urbano e histórico cuenta en su mayoría una hermosa infraestructura colonial, así como nuevas y modernas edificaciones.
En la ciudad de La Esperanza hay sitios de interés cultural, turístico, religioso y social entre otros. En el país se la conoce como la región más fresca de Honduras por su altura. Es un gran productor de patatas y fresas. Cuenta con una rica fauna y flora, así como con fuentes de agua.
Entre los destinos turísticos que podemos visitar en La Esperanza, está La Gruta, que es una ermita construida en la época colonial sobre un cerro en el centro de la ciudad, dentro del cual está la imagen de la virgen "Inmaculada Concepción". Posee un paraje con escalinata.
En este lugar, cada año durante Semana Santa, católicos devotos celebran y realizan el Vía Crucis. También muy cerca de la ciudad se encuentran "los baños públicos el Quiscamote" donde se puede bañar con agua cristalina venida directamente de la montaña y además se encuentra un parque. A 8 km de la ciudad se encuentra un precioso lugar llamado "el bosque enano" ya que en él se encuentran pequeños árboles de cientos de años con tan sólo una treintena de centímetros de altura.
El término municipal tiene las siguientes cinco aldeas: