Figuras sobresalientes | Raquel y José Antonio Velásquez | Sus pupilos | Ir al Departamento…
"Caridad es una Municipalidad del Departamento de Valle🟊🟊 Al principio era la Hacienda La Caridad y así figura en el recuento de población de 1801 de la tenencia de Nacaome, esa hacienda era propiedad de una familia Maldonado de origen guatemalteco, quien pidió se convirtiera en terreno ejidal."
Fundado en 1801, con una población actual de 3.545 habitantes.
Capital | Caridad |
Subdivisiones | 5 aldeas y 34 caseríos |
Superficie | |
• Total | 57 6 km² |
Altitud | |
• Media | 216 msnm |
Población (2001) | |
• Total | 3,542 hab. |
• Densidad | 61,49 hab/km² |
Nunca pudo explicar el cómo y el por qué de su arte, porque era un instinto autodidacta guiado sólo por el apasionado romance que mantuvo durante años con la bucólica ciudad de San Antonio de Oriente, Francisco Morazán, su punto de partida y su eterna llegada. Con su retina sagaz y su pincel incansable, nunca escapó a detalles que otros pensaban que podían pasar desapercibidos: el verde en sus diversas tonalidades, los azulejos contaban una a una las humildes casas que vagaban por el mundo, o el clásico perro omnipresente en la mayoría de sus pinturas.
Por eso dio un nuevo vigor al primitivismo, género del que fue su amo y señor, hasta que fue considerado el mejor de su clase en América y el quinto en el mundo. Tuvo muchos trabajos, antes de que la pintura fuera su única ocupación. Era telegrafista, barbero y laureado de la Asociación de Barberos de Washington, comerciante, alcalde, escultor, agricultor, maestro, entre otras actividades nobles.
La crítica especializada sostiene que "Velásquez es sólo un pintor de instinto, es su única brújula, con la que descubrió su forma de pintar. Extrajo una visión pictórica de la naturaleza". Sus hijos, Tulio Enrique y José Antonio, siguieron los pasos de su padre, de quien recibieron el mejor legado: el amor al trabajo y al arte. Lo recuerdan por el amor que les dio, su responsabilidad y disciplina.
Fue un lejano 8 de febrero de 1906, fecha en la que el mundo nació considerado el mayor precursor del primitivismo, a nivel americano. José Antonio Velásquez fue prolífico en su producción y trabajó incansablemente durante décadas por lo que él consideraba su eterna pasión: la pintura.
Nació en Caridad, Valle, sin embargo, a la edad de 18 años, se mudó a Tegucigalpa y aprendió el oficio de telegrafista. En 1930 se trasladó a la ciudad que fue su mayor fuente de inspiración: San Antonio de Oriente. Allí nació su fructífera actividad artística y fue también donde conoció a su esposa por el resto de su vida: Raquel Madariaga, con quien había procreado seis hijos.
En esa época trabajaba como telegrafista, pero cuando dejó ese cargo, comenzó a dedicarse a la profesión de barbero y comenzó a pintar como un "hobby", inspirada en la serena belleza de San Antonio de Oriente, una ciudad tranquila ubicada cerca de El Zamorano. En 1943 fue nombrado barbero de la Escuela Panamericana de Agricultura "El Zamorano". Fue el director de este prestigioso centro educativo, Wilson Popenoe, quien le animó a realizar exposiciones en el extranjero.
Invitado por el rey ♛♚ Felipe de España, se trasladó a España durante tres meses para promocionar su arte. Le seguirán exposiciones individuales y colectivas en los Estados Unidos de América, América Central, México, España, Alemania, Italia, Brasil, Colombia y Cuba. La Asociación de Barberos de Washington "también rindió homenaje a Velásquez. "Amaba mucho a Honduras, especialmente a San Antonio de Oriente.
Huyendo de recuerdos desagradecidos, se fue de Caridad, Valle, donde fue testigo de la decapitación de su padre por razones políticas", recuerda con tristeza su hijo Tulio. Admiré a Picasso y a la hondureña Teresita Fortín. Los críticos admiten que fue meticuloso en su arte y comparan su trabajo con el del francés Louis Vivian, que pintó los edificios de París, ladrillo a ladrillo.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) lo declaró el primer pintor primitivista de América y el quinto del mundo. Paradójicamente, primero fue conocido internacionalmente y luego en su país natal, lo que le valió muchos honores y homenajes. Su vida fue plasmada en un documental titulado "El mundo de un primitivista", contado en inglés por la niña estrella del celuloide por excelencia, Shirley Temple.
La película muestra la antigua Tegucigalpa, intercalada con fotos de San Antonio de Oriente y creada en Washington. A partir de ese momento, se dio a conocer a nivel nacional.
A pesar de lo que se ha dicho, Velásquez no es el fundador de ningún taller en el que se formaran los primitivistas de hoy. Figurativamente hablando, fue a la escuela porque su estilo y técnica fueron imitados varias veces. Sus únicos alumnos formales fueron tres: sus hijos Tulio Enrique, José Antonio y su nieto Roberto Velásquez. Hace unos cincuenta años, le dijo a su hijo Tulio: "Pinta lo que hago, si quieres el mismo estilo, pero en mi estilo crea el tuyo.
Comprendió lo que su padre quería decir y considera que su estilo es más claro, más definido. Pero siempre teniendo a la ciudad como principal fuente de iluminación. Aunque la mayor inspiración de Velásquez fue San Antonio de Oriente, pintó innumerables pueblos y aldeas. También fue pintor de retratos e hizo bustos, imágenes restauradas.
Sus clásicos burros regordetes, el olfato del perro, los azulejos perfectamente definidos, las mujeres del pueblo, la tranquilidad de las montañas hondureñas, quedaron atrapados para siempre en sus pinturas, que ahora se encuentran en importantes colecciones privadas o gubernamentales de todo el mundo. En El Zamorano, pasó 14 años como barbero, mientras que en San Antonio, pintó.
Allí fue alcalde durante tres mandatos del Partido Liberal. Se mudó a Tegucigalpa en 1965, después de que su esposa e hijos vinieran a la capital del estudio. Instaló su estudio en El Guanacaste, donde continuó con su incansable trabajo pictórico. El Maestro Velásquez ha estado descansando en la paz del Señor desde el 14 de febrero de 1983. En su tumba está tallada una paleta de metal de la que salen tres pinceles que representan a sus únicos tres alumnos.
Fue considerado como el pintor oficial del país. Fue un primitivista espontáneo que dio gloria y honor a Honduras. Las generaciones actuales lo recuerdan como el maestro que, incluso después de su muerte, gozó de una posición de media luna y fue el precursor de un arte, considerado casi cavernoso, pero que Velázquez logró personalizar y elevar a un Olimpo reservado para los grandes.