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"Danlí es un municipio del Departamento de El Paraíso, los historiadores locales —entre ellos Luis Hernán Sevilla y Darío González— sostienen que Danlí se fundó entre los años 1676 y 1678. De acuerdo a documentos encontrados por el desaparecido historiador danlidense Luis Hernán Sevilla, en 1678 y 1679 los hermanos Pedro y Alonso Ortiz de Fúnez, quedaron de herederos por muerte de su padre, de una estancia poblada en tierras «sueltas» (sin dueño), llamada Danlí, corriendo dicha tierra por la parte del poniente por la hacienda San Antonio del Vallecillo, perteneciente al sargento Antonio Ricardo Rodríguez."
Danlí es una ciudad del departamento El Paraíso, en la república de Honduras.
Los historiadores locales -entre ellos Luis Hernán Sevilla y Darío González- sostienen que Danlí fue fundada entre 1676 y 1678.
Según los documentos encontrados por el difunto historiador danés Luis Hernán Sevilla, en 1678 y 1679, los hermanos Pedro y Alonso Ortiz de Fúnez fueron los herederos de la muerte de su padre, de una hacienda poblada en tierras sueltas, llamada Danlí, que gobernaba las tierras del lado oeste de la hacienda San Antonio del Vallecillo, propiedad del sargento Antonio Ricardo Rodríguez.
Según el historiador Sevilla, los hermanos Ortiz de Fúnez tenían el deseo de legalizar las tierras con la Corona Española, pertenecientes a la jurisdicción del Real de Minas de Tegucigalpa, a seis tostones por caballería. En julio de 1678, el sargento Rodríguez dijo que no había gente ni cultivos en la tierra, que eran montañosos, intransitables y de poca utilidad.
La venta de este sitio, cinco caballerías fueron legalizadas en la ciudad de Santiago de Guatemala el 22 de febrero de 1679, pagando a Pedro y Alonso Ortiz de Fúnez la suma de cerca de 60 tostones, o 12 tostones por caballería. Los fundadores de la finca Danli tenían cuatro hermanos.
En los manuscritos de 1690 y 1691, Bartolomé de Escoto y otros españoles relatan que en la nueva ciudad de Danli, prepararon torres de vigilancia, y que el Danli consta de una iglesia y cuatro casas de paja y establos de ganado. Recibió el título de ciudad -junto con otras ciudades importantes de Honduras como Santa Rosa de Copán y Ocotepeque- el 12 de abril de 1843, cuando este municipio pertenecía al departamento de Olancho.
Los edificios antiguos forman parte de su historia después de 164 años de recibir el honorable título de ciudad del Gobierno Supremo. En 1983, durante la gestión de los edificios de Santiago Montoya Vega, se celebró el 150 aniversario de la obtención del título de ciudad, tras lo cual el evento cayó en el olvido.
En 2002, la Casa de la Cultura -encabezada por la profesora Karen Dubois- celebró su 159 aniversario con una ceremonia solemne durante la cual se otorgó un reconocimiento especial a ciudadanos distinguidos. La ciudad está ubicada a 92 kilómetros de la capital Tegucigalpa, M.D.C. responsable de la mayor parte de la producción nacional de maíz. Debido a que está rodeada de colinas llenas de pinos verdes, se la ha llamado la ciudad de las colinas.
Capital | Danlí |
• Departamento | El Paraíso |
Subdivisiones | 38 aldeas y 558 caseríos |
Superficie | |
• Total | 2,517 91 km² |
Altitud | |
• Media | 814 msnm |
Gentilicio | Danlínensa/Danlínense |
Código Postal | 13201 |
Danlí obtuvo una gran aceptación internacional gracias al Festival del Maíz que tuvo lugar en agosto. El evento incluye ventas de artesanías, desfiles de carrozas, concursos de arte, rodeos, competencias deportivas y carnavales, que hacen de este lugar un gigantesco festival típico.
En Honduras, es considerado un "árbol colgante" (es decir, puede ser fácilmente "encendido" simplemente plantando una estaca en el suelo), como el madriago y los piñones, que se utilizan para postes en las cercas, podando ramas cada año para leña. House y otros lo llaman jiñocuabo o ciborium.
Según Membreño el nombre proviene del náhuatl jiocuáuitl) : "Es notable por su tronco completamente liso y el color de Almagra. La decocción de la corteza es muy útil contra el cultivo hidropónico, y el raspado del tronco descortezado sirve para sanar la sangre de las heridas.
También se prepara un buen ponche con la corteza hervida y un huevo de gallina.
A unos 92 kilómetros de Tegucigalpa, la próspera ciudad de Danlí, responsable de la mayor parte de la producción de maíz del país, está en aumento. Debido a que está rodeada de colinas llenas de pinos verdes, se la ha llamado la ciudad de las colinas. Danlí ha ganado una gran aceptación internacional gracias al esperado Festival del Maíz que se celebra en agosto. El evento incluye ventas de artesanías, desfiles de carrozas, concursos de arte, rodeos, competencias deportivas y carnavales, que hacen del lugar una gigantesca celebración típica.
Los historiadores locales, entre ellos Luis Hernán Sevilla y Darío González, afirman que Danlí se fundó entre 1676 y 1678.
El título de ciudad recibido el 12 de abril de 1843 cuando este municipio pertenecía al departamento de Olancho, tiene una población de 134.792 habitantes por año en 2003. Escribir sobre este Danli desde su pasado histórico, su presente empresarial y su futuro prometedor es a veces emocionante porque en todas las facetas de su historia, siempre encontramos rasgos desconocidos que nos llevan a descubrir valores y talentos.
Las generaciones actuales saben poco sobre el origen de sus pueblos, saben dónde nacieron porque se les habló de ellos, pero no conocen sus verdaderas raíces, lo que de alguna manera es una pérdida de identidad, que queremos salvar a través de la serie de reportajes que publicamos todos los domingos para resaltar el perfil de muchas personalidades y de vez en cuando piezas de la historia que enriquecen la cultura de esta hermosa ciudad. Los antiguos edificios forman parte de su historia después de 159 años de recibir el honorable título de ciudad del Gobierno Supremo.
El próximo 12 de este año este Danli celebra 159 años de haber recibido el título de ciudad con otras ciudades importantes como Santa Rosa de Copán y Ocotepeque, a pesar de este hecho pasa casi desapercibido para la mayoría de los daneses.
En 1983, durante la gestión de los edificios de Santiago Montoya Vega se celebró el 150 aniversario de recibir el título de ciudad, entonces el evento cayó en el olvido, para ser salvado por la Casa de la Cultura encabezada por la profesora Karen Dubois el año pasado para celebrar 159 con una solemne ceremonia durante la cual se hizo un reconocimiento especial a los ciudadanos distinguidos.
Pero para conocer Danlí no sólo como ciudad, hay que remontarse a sus orígenes que, según documentos encontrados por el difunto historiador danlidense Luis Hernán Sevilla, establecen que en 1678 y 1679, los hermanos Pedro y Alonso Ortiz de Fúnez fueron los herederos de la muerte de su padre, de una hacienda poblada en tierras libres o no, llamada Danlí, que gobernaba esta tierra en el lado oeste de la hacienda de San Antonio del Vallecillo, perteneciente al Sargento Antonio Ricardo Rodríguez.
Según el historiador sevillano, los hermanos Fúnez tenían el deseo de legalizar las tierras con la Corona perteneciente a la jurisdicción del Real de Minas de Tegucigalpa, seis tostones por caballería. En julio de 1678, el sargento Rodríguez dijo que no había gente ni cultivos en la tierra, que eran montañosos, intransitables y de poca utilidad.
La venta de este sitio, cinco caballerías fueron legalizadas en Guatemala el 22 de febrero de 1679, pagando a Pedro y Alonso 60 tostones, o 12 tostones por caballería. Los fundadores de la finca Danli tenían cuatro hermanos. En los manuscritos de 1690 y 1691, Bartolomé de Escoto y otros españoles relatan que en la nueva ciudad de Danlí, prepararon torres de vigilancia, y que el Danlí está compuesto por una iglesia y cuatro casas de paja y establos de ganado.
Hasta la fecha, no se ha encontrado ningún documento fiable para verificar los datos exactos de que Danli fue elevado a la categoría de villa, ningún testimonio documental o decreto real confirma esta afirmación. Los padrones municipales de 1719 mencionan a Danlí con este título de nobleza política y como líder del Partido Cuscateca. Sin embargo, en la documentación posterior, se vuelve a mencionar como hacienda.
En un informe a la Corona Española fechado el 20 de julio de 1743 por Pedro Baltasar Ortiz de Latona, declaró que el municipio de Danlí pertenecía al departamento de Olancho y que el municipio de Tegucigalpa gobernaba los siguientes partidos: Tegucigalpa, Cantarranas, Danlí, Choluteca, Nacaome y Ojojona y las doctrinas de Orica y Aguantequerique.
Al mismo tiempo, Antonio José de Escobar, teniente de alcalde de esta ciudad, informó lo siguiente: El Distrito de Danlí está ubicado al este de esta primavera, con los valles de Xamastrán, Cuscateca, Xacaleapa y Vallecillo (Danlí en Recuerdo).
De lo anterior se deduce un hecho muy interesante sobre la fundación de Danlí y que los historiadores locales la descuidaron para enfatizar lo relacionado con el título de ciudad, ignorando los 524 años de fundación que hay que tener en cuenta para saber de dónde venimos y el largo tiempo que ha transcurrido desde la llegada de los primeros fundadores, según documentos encontrados por Luis Hernán Sevilla e investigaciones de Darío González.
En los alrededores de la ciudad, se puede disfrutar de la belleza a través de la naturaleza. Danlí no es sólo la ciudad, es su entorno: sus valles, montañas y ríos, y sus habitantes de diferentes partes del país y del extranjero han hecho de esta generosa tierra la segunda patria y forman parte de sus 524 años de historia. Como los textos de historia local son pocos y el trabajo de investigación histórica realizado por Luis Hernán Sevilla y Darío González no está disponible para la mayoría de los estudiantes, es apropiado transmitir a las generaciones actuales los hechos que dieron vida a Danlí.
El documento histórico que acredita el título de ciudad a dos ciudades de Honduras destaca lo siguiente: Secretaría de Relaciones Exteriores Gobierno Supremo del Estado de Honduras D.U.L.L.L. Casa de Gobierno, Comayagua, 19 de abril de 1843. Señor, era un antiguo político del Día de Acción de Gracias. El Presidente General se dirigió a mí con el siguiente decreto: "El Presidente, en quien reside el poder ejecutivo del Estado de Honduras. En la medida en que la Cámara de Representantes haya decretado y sancionado constitucionalmente lo siguiente: La Cámara Legislativa del Estado de Honduras, considerando: Que las ciudades de Santa Rosa de Copán y Danlí tienen un barrio honesto y trabajador, un negocio regular y numerosas capitales en Jiro*:
Artículo 1º. Sean por ciudades de hoy en adelante, la Villa de Santa Rosa de Copán en el departamento de Gracias, y la de Danlí en el de Olancho.
Artículo 2º. El pueblo de Ocotepeque, en el mismo departamento de Gracias, será reconocida como Villa en lo sucesivo.
Artículo 3º. Gozarán por tanto dichas poblaciones en lo sucesivo de los privilegios y preeminencias, que por derecho pueda en virtud del ascenso que les concede esta ley.
Artículo 4º. Sirviéndole a ella de título correspondiente, será depositada en sus archivos, con la debida solemnidad.
Pase al Supremo Poder Ejecutivo.
Dado en Comayagua a 12 de abril de 1843.
FELIPE JÁUREGUI (R.P.) 📜✍
Vicente A. Bocanegra (R.S.) Macedonio Zúniga (R.S.)
Por tanto Ejecútese, lo tendrá entendido el Ministro en el Despacho de Relaciones y dispondrá lo necesario a su cumplimiento.
Dado en la ciudad Comayagua, en la Casa de Gobierno a 15 de abril de 1843.
Francisco Ferrera.
Han pasado 159 años, así como muchas generaciones que han dejado su huella, que no hay que olvidar, porque fue el pilar fundamental para sentar las bases de lo que hoy se llama la ciudad de las colinas.
El Ayuntamiento, la Casa de la Cultura, el Grupo Solidario y el Comité de Desarrollo Danlidense se preparan para celebrar el aniversario con una serie de actos culturales el día 12 y para cerrar con un concierto de gala en el Teatro Miriam de Sevilla, para que ningún danlidense que viva en otras partes del país pueda perderse este acontecimiento de importancia histórica en la vida social, económica y cultural de una de las ciudades más importantes de Honduras.
Escenario circunstancial de sangrientas batallas fratricidas.
(Las revoluciones y montoneras de los siglos XIX y XX también atravesaron Danli.
Las generaciones presentes y futuras no deben permanecer al margen de la historia de sus pueblos. Es muy importante conocer nuestros orígenes y los principales acontecimientos que han tenido lugar a lo largo de los años, así como los nombres de los protagonistas, los principales arquitectos de lo que hoy somos como nación. Los investigadores e historiadores de Danida apenas han podido producir obras para su satisfacción personal, muchos de sus escritos son inéditos, perdidos en viejos cofres y armarios, corroídos por la polilla e ignorados por la gran mayoría de la población que, a principios del tercer milenio, no conoce su propia historia.
La investigación histórica de las dos últimas décadas del siglo pasado se debe a Luis Hernán Sevilla (QDDDG), Darío González, quien escribió dos libros con información suficiente y una obra del ingeniero Federico González que relata hechos importantes sobre las tierras del Premio. Hoy, y con el siempre oportuno apoyo de Darío, entramos en una faceta de gran interés para nuestros lectores, ligada a la revolución o a los disturbios sectarios hasta 1924, si esto es lo que podemos llamar los "montículos" fratricidas de nuestro pasado tortuoso.
Sin entrar en los detalles de lo que otros han dicho sobre este período, mencionamos sólo lo que tiene que ver con Danli como marco circunstancial para otras acciones militares que no tienen nada que ver con la revolución de 1919, pero como nota histórica e ilustrativa, citamos los aspectos generales de estos acontecimientos que las páginas de la historia han reunido hoy con diferentes interpretaciones.
Carlos Roberto Reina, en un extenso prólogo a la obra de Néstor Enrique Alvarado "La Revolución de los 19", dice entre otras cosas "En general hemos ignorado las características fundamentales de lo sucedido en las convulsionadas etapas de nuestra historia y casi inconscientemente repetimos lo dicho por personas interesadas que dolorosamente distorsionan los hechos y crean cada día más un panorama irreal, producto de mentes cegadas por el sectarismo o por las posesiones del cálculo y el abandono político".
"Pero si queremos ser fieles a la historia, los que la escriben o el prólogo también tienen una dosis de sectarismo y olvidan los tiempos y épocas en que ocurrieron los hechos, que, aunque han sido una vergüenza para nuestra Honduras, deben ser señalados hoy como lecciones dolorosas para no reabrir las heridas que hieren las almas de los pueblos y de las nuevas generaciones que se ven forzadas a conocer la historia para beneficiarse de ella sin encontrar pasiones.
Reafirmando lo anterior y dejando de lado el largo prólogo del libro en cuestión, entraremos en los acontecimientos relacionados con este campo para ilustrar a las nuevas generaciones y hacerles saber que también aquí la sangre de los hermanos fue derramada por razones sectarias.
Y como señalamos al principio, Danli se convirtió en un teatro de guerra por razones circunstanciales y no porque hubieran sido concebidos aquí o porque hubiera hombres de vocación bélica, sin embargo, hubo acciones bélicas como señalan los historiadores Luis Hernán Sevilla y José Idiazquez, cuando dieron una breve descripción de algunos de los acontecimientos que llenaron de sangre la muy noble y cultivada ciudad de las colinas.
Sevilla informa que en julio de 1892 "visitantes que no eran ni siquiera cien, ni todos armados, rompieron la paz de Danli, mientras las mujeres corrían gritando de miedo" y las puertas se cerraban rápidamente.
Los emigrantes que se encontraban en Nicaragua se dirigían a la frontera, encabezados por los generales Erasmo Velásquez, Reina y Dávila. El general Vitalicio Laínez se unió a ellos en esta ciudad y ocupó su lugar.
Querían llevar a Policarpo Bonilla a la presidencia y derrocar al General Ponciano Leiva.
El 27 de julio de 1892, a las siete de la mañana, el pelotón de fusilamiento de las colinas del sur tronó en un lugar llamado Las Anonas. Un pequeño grupo de valientes hombres luchó heroicamente contra 1200 hombres, el General Velásquez y el General Lainez cayeron en acción. Las fuerzas del gobierno triunfaron y los policarpistas regresaron al exilio.
Además de la batalla de Las Anonas, se registraron otras acciones, como la batalla en la plaza de Danlí el 20 de diciembre de 1844 entre las fuerzas gubernamentales y las fuerzas revolucionarias bajo el mando de Joaquín Rivera. La batalla de Los Llanos de San Marcos, el 16 de marzo de 1876, entre las fuerzas gubernamentales comandadas por el general Luis Bográn y las fuerzas revolucionarias del general Juan Antonio Medina, triunfó sobre las del gobierno.
En 1903, el 23 de febrero, las fuerzas constitucionalistas comandadas por el general Miguel R. Dávila y José Ángel Rosales contra los del general Juan Pablo Urrutia, las fuerzas revolucionarias triunfaron en la Plaza de Danlí. La lucha en El Pedregalito entre las fuerzas del general Rafael López Gutiérrez y las del gobierno, bajo el mando del general Eulogio Flores.
El 7 de septiembre de 1919, Piazza Danlí fue nuevamente escenario de otra batalla entre revolucionarios y fuerzas del gobierno bajo el mando del coronel José María Gómez, quien, abrumado por la superioridad numérica, regresó a la plaza después de cuatro horas de lucha. En las mismas notas históricas, se menciona otra batalla en la misma plaza, el 18 de febrero de 1920, entre las fuerzas gubernamentales, comandadas por el general Cástulo Zapata, y la facción encabezada por el general Solís, Soto, Villacorta y otros. El lugar fue ocupado por los insurgentes.
Una de las figuras más importantes en la historia de las revoluciones y revueltas en Honduras, y especialmente en la zona oriental, es el general Juan Pablo Urrutia, quien, como comandante en armas, el 16 de febrero de 1903, en apoyo al gobierno de Juan Ángel Arias, tomó como sede la iglesia parroquial de esa ciudad, registrando la muerte del ciudadano Vital Rubio.
Francisco Norberto Hernández, quien pidió a los feligreses que dieran limosna para la limpieza y bendición de la iglesia.
Las tropas del general Urrutia fueron desalojadas por los comandantes del general Miguel R. Dávila y Teófilo Cárcamo.
En 1924, cuando las fuerzas del general Inocente Triminio llegaron a Danlí, varios miembros de las filas liberales, como los doctores Juan Flores Mairena y Alejandro Cerda, y los ciudadanos Adriano Montenegro, Cosme García, Ángel Alcántara y Manuel Aceituno, se refugiaron en el caserío conocido como El Tablón, propiedad del general Alejandro Urrutia Andrade, hermano de Juan Pablo Urrutia.
La casa del general Urrutia Andrade aún existe en un pequeño valle a tres kilómetros de este pueblo. En los alrededores, todavía quedan dos viejos higos o matapalos que vieron la estela de los protegidos del general. La antigua casa, ahora bajo custodia de los herederos de este guerrero, muestra dos amplios pasillos cuyos tenedores han permanecido intactos a lo largo de los años.
*Construido por iniciativa de la corporación municipal en 1890.
Después de 123 años, esta joya histórica está pidiendo a gritos su restauración.
El tiempo, la indiferencia y el antisocialismo que se refugian en uno de los principales lugares que representan la historia de esta ciudad, han convertido en ruinas las lavanderías y lavanderías públicas, que por su valor histórico, las autoridades y las instituciones privadas deben acudir en su rescate.
Es una pena que ni siquiera la gente que viene a este lugar ayuda en nada a mantenerlo limpio, hasta el punto de hacerlo un desastre total, a pesar de que muchas mujeres e incluso hombres a menudo vienen a lavar la ropa de otras personas o la ropa que usan todos los días. Una señora que lavaba cosas, no ropa, cuando nos veía con la cámara y trataba de entrevistarla, era agresiva y decía que estaban cansados de promesas y que tomar fotos no solucionaba nada, que siempre hacen lo mismo, se quejaba.
Entonces aprendimos que esta mujer es la que usualmente limpia el lugar, pero es como una golondrina, sola y desconocida por su incansable trabajo para preservar las lavanderías, las cuales han sido el legado de muchas familias a través de los años.
Del libro Danlí en el Recuerdo, escrito por el profesor Darío González, transcribimos literalmente lo que se relaciona con las lavanderías públicas o lo que la gente llama: lavanderías automáticas.
Cito: ``De conformidad con lo dispuesto en el artículo 317 del Reglamento de la Policía, que exige la construcción de lavanderías públicas en todos los municipios de la República de Honduras. La Honorable Corporación Municipal de la Ciudad de Danlí, presidida por Máximo Zamora, en sesión extraordinaria celebrada el 13 de marzo de 1890, acordó lo siguiente:
1) Construir las lavanderías públicas de esta ciudad de Danlí, en el terreno que el municipio compró en Antolina González por seis pesos, que se ubica al este de esta ciudad cerca de la casa de Isidora Molina.
2) Con esta Corporación dotada con la suma de ochocientos treinta pesos en letras del Tesoro, se ordena a la Secretaría que se dirija al Gobernador Político de este departamento solicitando autorización para llevarlas a cabo e invertir su valor en las obras antes mencionadas, que se inaugurarán el 15 de septiembre en conmemoración del gran acontecimiento de la emancipación política en Centroamérica.
En la sesión del 1 de abril, se acordó el plan y el gasto de obra compuesto por 709 pesos siete reales que el presupuesto formado por la construcción de la obra en cuestión, el cual será pagado con fondos municipales.
3) Distribuir las siguientes comisiones para el mejor envío de este trabajo en la práctica: El alcalde se entenderá en el alquiler y transporte de la madera. El asesor debe proporcionar primero la cal y la mampostería, luego el asesor debe contratar la madera y la carpintería. La tercera regla proveerá el azulejo y el ladrillo, la cuarta regla proveerá el adobe y la quinta regla proveerá la arena y las herramientas.
4) Se nombra Director de la obra a Francisco Gamero Medina, con la modesta asignación de un peso diario.
Para ayudar en los gastos de las obras en cuestión, se asignarán ochocientos treinta pesos que este municipio tiene en billetes contra el tesoro nacional correspondientes al fondo de abastecimiento de agua, autorizando al Alcalde a canjearlos por dinero en efectivo, a la tasa que el comercio considere apropiada.
En la sesión del 14 de septiembre de 1890 se acordó lo siguiente:
1) Celebrar el aniversario de nuestra independencia de la mejor manera posible con demostraciones de verdadera civilidad y alegría.
2) Inaugurar mañana con solemnidad las lavanderías públicas terminadas ayer por la población.
3) Dedicar al General Don Luis Bográn las obras de fontanería y lavandería pública antes mencionadas que servirán tan eficazmente al barrio en general. La respectiva dedicación debe ser registrada en un lugar conveniente, como un débil testimonio del aprecio y reconocimiento de este agradecido pueblo y sus benefactores.
4) Que mañana, después de haber leído el memorable acto de independencia, el presente sea leído en las lavanderías públicas, con las que se verificará su solemne inauguración.
5) El Secretario de la Corporación informará del presente Convenio al Gobierno Supremo y al Gobierno Departamental. Se clausuró la sesión Esteban Paz, Adriano Montenegro, Bruno Arriaga, Saturnino Medina, Mamilio Valle, Manuel Gamero, Pedro Nufio, José Tomás Idiáquez. Francisco Gamero Medina y Mónico Medina".
123 años más tarde, las lavanderías públicas que se construyeron, inauguraron y pusieron en funcionamiento en el barrio con tanto entusiasmo se abandonan y se convierten en tierra. Desde hace más de un siglo, miles de hombres y mujeres han marchado en este lugar donde lavan su propia ropa, que es una de las hermosas tradiciones de nuestro pueblo.
Desgraciadamente, las autoridades municipales del pasado inmediato han abandonado las lavanderías y con ellas las mujeres, que, al igual que el casco antiguo, han envejecido a lo largo de los años debido a la indiferencia de todos los sectores sociales, que no están interesados en la historia y la conservación de sus principales obras. Maribel Acevedo, que no lava la ropa de los demás, sino que utiliza las antiguas lavanderías, deploró que el abandono y la suciedad observados en el lugar y culpó a las autoridades por negligencia.
La suciedad es un problema, hay gente que limpia y otros que ensucian, aparte de que es raro que el agua llegue y cuando llega es pequeña, así que mucha gente viene a la bañera a bañarse y por la noche incluso usan este lugar como motel. Acevedo dijo que sería bueno cerrar la propiedad para protegerla y establecer tarifas para su uso y mantenimiento.
Felícita Ramírez (78) ha estado lavando aquí desde que tiene memoria, pero ahora siente el abandono de las lavanderías.
"Lamento que a la gente no le importe y lamento aún más que el municipio lo haya olvidado", dijo frotando lacónicamente la ropa. Según la información recopilada, la última vez que realizaron reparaciones fue en la administración de Villeda Morales, después de lo cual nadie se interesó.
El actual municipio y dado el espíritu de trabajo del alcalde Luis Sanabria, es posible que este monumento histórico sea restaurado. Existe también una iniciativa del Grupo de Solidaridad para hacer posible la restauración de esta obra. La historia de hoy es el comienzo de nuevas lavanderías públicas.
El antiguo ayuntamiento, la Casa Consistorial, como se llamaba el Cabildo, fue construido en 1857.
Hoy en día, este lugar alberga el Museo Municipal, uno de los principales atractivos de esta bella ciudad, que desafortunadamente es poco promovida y desconocida por los turistas que frecuentan la zona, ya que está cerrada los días festivos.
Recientemente se ha inaugurado una oficina de turismo, encabezada por el concejal Marcelo Coello, pero parece que no se ha tenido en cuenta que entre los principales atractivos de cada país, la historia, las costumbres y las tradiciones son algo así como el carné de identidad de los pueblos y una puerta de entrada gratuita para conocer otros aspectos relevantes de la vida cotidiana de sus habitantes.
Lo hemos escrito varias veces y lo estamos haciendo de nuevo para motivar a las autoridades e informar al turismo nacional que Danlí sigue siendo una de las ciudades más bellas de Honduras y tiene una historia maravillosa. Retomando el tema, para conocer más sobre el Museo del Cabildo, es importante saber que gracias a los esfuerzos de la Comisión de Desarrollo de Danlidense, la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes, durante la administración de Rodolfo Pastor Fasquelle, se llevó a cabo la restauración de lo que se llama el Ayuntamiento, que el Alcalde Gonzalo Lovo Sevilla transformó en Museo el 21 de julio de 1976.
Este edificio de dos plantas fue inaugurado por el entonces Presidente de la República, General José Santos Guardiola, y un numeroso séquito compuesto, entre otras personalidades, por Francisco Medina (Danlidense), que fue Ministro general del Gobierno.
Una vez restaurado el antiguo edificio histórico, se convierte en el Museo Municipal de Danlí, con el objetivo de recuperar el patrimonio de la comarca y darlo a conocer a las generaciones futuras. Las bibliotecas escolares y universitarias tienen muy poca información sobre Danlí, los libros de autores de Danlid son raros y con información que no está disponible para las generaciones presentes y futuras.
Los libros con mayor contenido histórico son del autor Darío González, los demás han incursionado en la poesía, la narración, la narración y el ensayo, así como en algunas obras científicas y educativas. Necesitamos investigadores plenamente comprometidos con este campo y que actualicen toda la información que se encuentra en los archivos municipales de mediados del siglo XIX y mediados del XIX.
Gonzalo Lovo se adelantó a su tiempo y quiso dejar a los daneses un legado de los principales vestigios de su historia con la fundación de lo que él llamó el Museo del Cabildo.
El actual museo municipal debe sus colecciones al esfuerzo e iniciativa de Lovo Sevilla que, con el decidido compromiso del municipio, el Instituto Hondureño de Antropología e Historia y el Comité de Desarrollo Danlidense, ha abierto con orgullo sus puertas para promover la educación y el disfrute entre el público local y nacional.
Entre los principales objetos que llaman la atención de los visitantes se encuentra una colección de caracoles y conchas petrificadas, descubiertos por un agricultor en el pueblo de Sabana Redonda en el municipio de Potrerillos.
El sitio del descubrimiento no proporciona evidencia de ríos, barrancos o lagunas que sugieran que estos pequeños crustáceos han sido petrificados a través de los años, aunque no se excluye la hipótesis científica de que hace millones de años Centroamérica estaba en el fondo del mar. Otro aspecto importante es el archivo histórico con importantes fuentes documentales, que constituyen la memoria de las personas. En el caso particular de los Archivos, la documentación data de 1830, durante el periodo republicano. Los documentos más importantes incluyen, entre otros, juicios civiles orales, certificados de matrimonio, censos de población, registros de comerciantes y contribuyentes, declaraciones del tesoro y libros de la iglesia.
La economía jugó un papel importante en la historia de Danli. Durante el período 1800-1860, la economía hondureña no pudo estimular la producción de ciertos cultivos de exportación debido a la ausencia de un grupo hegemónico en el país que permitiera su vinculación al mercado mundial. Sin embargo, Danlí nunca ha estado detrás de él y prueba de ello es el impulso dado a la agricultura, donde el cultivo de maíz 🌽, frijol, tabaco, arroz, maicillo (sorgo), madera y café se convierten en productos de consumo y exportación.
Una pequeña colección de herramientas utilizadas durante la explotación de mineral de agua fría se encuentra en una parte separada del museo. Además, este sector de la economía fue promovido por el gobierno liberal de Marco Aurelio Soto a finales del siglo XIX, desempeñando la minería un papel importante en la economía regional en la que se destaca Danlí, que en ese entonces la empresa minera financiaba y administraba con capital norteamericano, y que aún conserva sólo la memoria y las pocas herramientas utilizadas para perforar túneles y galeras. Hay tanto que ver y tanta información en este museo que no se utiliza bien.
Es necesario contar con una persona familiarizada con la gestión de los archivos, documentada sobre los principales hechos históricos del municipio y, sobre todo, que abra el museo al público durante los días en que el turista realiza las visitas a través de los diferentes puntos geográficos del territorio nacional.
Por el momento, el museo es un punto de referencia que no aprovechamos y que, lamentablemente, ni siquiera aparece en las guías turísticas porque no hay horarios para visitarlo. Para este informe utilizamos las notas de los textos escritos por Jesús De Las Heras, quien, junto con Luz De Solzireé Baca, llevó a cabo la restauración del antiguo ayuntamiento en el año 2000.
Restauración del templo parroquial un reto a la fe de los danlidenses
* El templo parroquial fue construido en 1817 a finales del período colonial.
* De estilo neoclásico, considerado una joya histórica.
* Restauración, depende del grado de fe de cada católico comprometido.
La mayoría de los daneses no conocen los hechos históricos relevantes porque no tienen suficiente información y porque los pocos textos que se han publicado no son de dominio público. Las escuelas y colegios no disponen en la actualidad de textos completos para conocer la historia de esta ciudad y su entorno geográfico, tanto es así que la poca información recogida por Luis Hernán Sevilla, Darío Gonzales y Federico González, deja lagunas al no especificar las fechas exactas de sus orígenes, los primeros habitantes, cómo y de dónde procedían.
Sin embargo, lo poco que existe muestra que todavía hay fragmentos históricos ocultos que necesitan ser descubiertos y qué mejor manera que para los historiadores y especialistas de la historia, como Carlos Molina y Darío Gonzales, de seguir escudriñando el pasado para enriquecer el patrimonio cultural de los Danlidenses, especialmente de las nuevas generaciones que desconocen sus orígenes, porque la información existente es limitada y está lejos de su alcance.
Es bien sabido que los españoles una vez en el extranjero, lo primero que hicieron fue catequizar a los nativos a toda costa, cambiar sus creencias religiosas por el mensaje de la espada y la cruz, algo así, si la cruz no te convence, la espada se encarga de hacerte cambiar.
El caso de Danlí es diferente, no había mucho que convencer, porque los pocos aborígenes, convertidos o descendientes de los ríos Guayambre y Patuca, hasta que se pierden en la selva donde algunos son dejados atrás y condenados a vivir en el olvido, y la indiferencia de todos los gobiernos. Pero el aspecto religioso relacionado con la conquista es un tema distinto, los pueblos conquistados por los españoles una vez convertidos al catolicismo, nunca representaron grandes problemas para los conquistadores, por lo que la fe fue siempre más importante que el dinero, aunque quienes la inculcaron vivieron de los trabajos y ofrendas de los pobres.
Una vez en posesión del territorio y controlando las posibles fuentes de levantamiento, el camino a seguir era construir un centro de adoración para el nuevo Dios, en este caso, María, la madre de Dios y la madre de todos los que en adelante la adorarán y obedecerán. Así nació en esta ciudad la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción, un buen comienzo para construir los cimientos de la fe católica ⛪ a la que nadie podía resistirse, pues fue la madre sacrificada quien, con su hijo en brazos, despertó compasión, respeto y sumisión.
Darío González, en su libro "Danlí ante la historia", dice que los orígenes probablemente se remontan a la década de 1662-1672, según los cronistas de la época que relatan una serie de chozas de paja, construidas para albergar a la población en construcción, podemos suponer que las utilizaban para celebrar los servicios divinos. El historiador añade que los documentos eclesiásticos examinados confirman la existencia de una antigua iglesia, derribada para dar cabida a la nueva parroquia, construida gracias a la disposición testamentaria, que fue concedida cuando murió el párroco Miguel Ignacio de Córdova y Ártica en 1808.
Bajo los auspicios del ilustre sacerdote Danlidense, José Bruno de Medina y Valderas, diputado provincial del partido de Danlí, la actual iglesia parroquial comenzó a construirse en 1817, bendecida bajo el título de Virgen de Concepción.
La iglesia tiene una fachada sobria y bella, con una serie de grandes retablos, suntuosos altares y magníficos retablos pintados, siendo el más famoso el de "Las Animas", pintado en la época en que el teniente de alcalde, Pascual Zepeda Acosta, era el administrador de la parroquia. No hay información específica sobre los constructores de la imponente obra, pero su estilo es considerado neoclásico, quizás una de las últimas construcciones del final de la colonia y como tal una joya histórica para los Danlidenses.
Han pasado los años, el tiempo ha cuidado de hacer lo que debía haber hecho con el deterioro de la iglesia y, por otro lado, el abandono y la indiferencia de los feligreses católicos, el daño a la estructura es irreversible. Aunque se considera un patrimonio histórico, es responsabilidad de los fieles hacer su parte para completar la restauración y de la gente para hacer de ella una joya histórica, lo que hace que todos se sientan orgullosos.
En la administración de Carlos Roberto Reina y Carlos Roberto Flores se obtuvieron fondos para iniciar la restauración de la Capilla del Sagrado Corazón y la Sacristía, conservando el estilo mudéjar, a un costo de unos dos millones de lempiras. Las obras de la nave principal, cuyo techo, muros y torres han sufrido graves daños, acaban de comenzar; lamentablemente, la llegada del invierno podría retrasar el avance y aumentar los costos estimados en tres o cuatro millones de lempiras.
¿Pero de dónde vendrá el dinero 🕆💶? Lo más lógico sería que los católicos aportaran lo que falta para la restauración total del templo. Son muchos, pero en estos asuntos y cuando se trata de dinero, la fe es demasiado pequeña, así que debemos preguntarnos si el poder de la fe está en contradicción con el poder del dinero, quizás eso es lo que los católicos del Danubio no entendieron.
El apóstol Pedro, saliendo del templo de La Hermosa, se encontró con un paralítico que le pedía limosna y le dijo: "No tengo ni oro ni plata, pero lo que tengo, te lo doy, en nombre de Jesucristo, levántate y anda. Quizás lo que se necesita es encontrar personas con la voluntad y la fe de San Pedro, que salgan de la parálisis espiritual y se dediquen a la construcción de los muros de la Casa de Dios, como hizo Nehemías cuando construyó los muros de la ciudad de Jerusalén y del templo.
Un ejemplo digno de imitación es entre los cristianos de otras religiones que, sin gran adhesión en un corto período de tiempo, construyen suntuosos edificios, como los mormones.
El deseo de hacer publicidad no es el denominador común del alcalde de este municipio, Luis Alberto Sanabria, es sobre todo pragmático en sus decisiones y cuando dice que está hecho, no admite discusión, y como ha dicho varias veces, tengo mucho que hacer para parar y escuchar tonterías. Aquí no hay competencia entre los que hacen el sándwich más grande o la bola más grande del mundo o los que instalan el árbol más grande en Navidad, es todo lo contrario; lo único que les anima es dejar el trabajo real, que la gente lo vea, pero más que eso, que los contribuyentes sientan la satisfacción de ser tenidos en cuenta en sus demandas.
Pero esto es sólo una breve introducción al debate de hoy, que de alguna manera trata de la gestión del alcalde de Danlid en áreas específicas y ya es conocido como el constructor, restaurador y promotor de los cambios que tienen lugar en la ciudad y en el resto del municipio. Una de las principales preocupaciones de la población, especialmente de los contribuyentes y de los sectores sociales involucrados en el desarrollo, ha sido la ausencia de un edificio funcional para las actividades administrativas y, como siempre, la visión de los alcaldes en el pasado no ha previsto un crecimiento acelerado de la población, así como la modernización de la administración pública, por lo que hoy en día estas limitaciones son notorias y costosas.
Para comprender mejor el tema y dar al lector una mejor comprensión de la historia de esta ciudad, volvemos a los documentos existentes sobre el inicio de la actividad legal del municipio.
Darío González, en su libro "Danlí ante la historia", cuenta que el Cabildo Municipal y también el Ayuntamiento, según la costumbre española, fueron construidos en adobe en 1858, un edificio de dos plantas, cubierto con artesonados, revestido con tejas de arcilla, con un portal de tejado, pilares de madera de gran diámetro, inaugurado por el presidente de la época del general José Santos Guardiola Guardiola.
El antiguo edificio, ahora museo, fue utilizado durante 117 años, y además de las oficinas municipales, se colocaron bartolines para encerrar a los delincuentes, como era el caso en la mayoría de los pueblos hondureños.
Era una característica muy especial para el visitante encontrar la iglesia, el ayuntamiento y la prisión y más de un feligrés custodiado detrás de la plaza. Volviendo a la historia del Ayuntamiento y comparando lo que le costaría a la ciudad restaurar los edificios antiguos, para entonces (1857), según la ley municipal que se guarda en los archivos, está escrito lo siguiente...: "Ayuntamiento de Danlí, 18 de enero de 1818.
Se examinaron la cuenta de gastos del Capítulo y los contratos de ladrillos con Francisco Ramírez, y la Corporación se reunió en números competentes, y se presidió la reunión ordinaria presidida por su Primer Alcalde, se leyeron y aprobaron las actas anteriores, y se examinaron los gastos del Capítulo hasta la fecha, que asciende a novecientos sesenta pesos de cobre, los cuales son cubiertos con la misma cantidad, la cual fue recaudada del fondo del cual veintinueve pesos, cuatro reales de plata fueron entregados al Tesorero designado, Don Pedro Sevilla, veintinueve pesos, cuatro reales de plata, veintinueve pesos de plata.
Se han contratado seis mil ladrillos con Francisco Ramírez, bajo las siguientes condiciones: que sea de buena calidad y que sea recibido en la azotea, que durante el trabajo que se debe hacer no sea tocado absolutamente, como alcalde auxiliar lo que es en este momento, ni en las fatigas que se ofrecen, que sí después de hacerlos se le empleará como oficial albañil continuará con la excepción de no estar ocupado en el mismo destino auxiliar y finalmente, M. Hilario Sosa, que trabajaba como ayudante en el centro de la ciudad, también es nombrado ayudante, lo que concluyó la sesión y firmó personas ante mi secretario, quien certifica, Manuel Gamero, Ángel Sosa, Ramón Segura, Juan Otero, José Dolores Valle, Antonio Medina, F. Navarro, señor.
El último alcalde que ocupó este edificio fue Eugenio Sosa Ardón a principios de los años 70, y a partir de 1974, en la administración de Gonzalo Lovo Sevilla, las oficinas municipales se trasladaron al edificio adyacente, donde funcionaba el Instituto Departamental de Oriente. Mientras tanto, el antiguo ayuntamiento se ha convertido en un museo bajo la supervisión del Instituto de Antropología e Historia, el Comité de Desarrollo Danlidense y el Ayuntamiento. Junto al antiguo ayuntamiento se encuentran las oficinas municipales, gruesos muros de adobe de finales del siglo XVII y XIX, así como cofres de madera, ladrillo y tejas.
Con el paso de los años, se puso de manifiesto el deterioro y la peligrosidad del antiguo edificio, que dejó de funcionar hace 20 años, por lo que fue demolido para construir un edificio de dos plantas. Es necesario saber si la fachada conservará el estilo de construcción antiguo, ya que este edificio está situado en el centro histórico de la ciudad y no debe estar sujeto a modificaciones externas.
Las obras se encuentran sólo en su etapa inicial, para lo cual se han presupuestado 88.000 lempiras, según informes preliminares de la administración municipal. Danlí, comenzó a modernizarse porque las acciones de las autoridades incluyen la remodelación del Parque Centenario, la pavimentación de calles y la proyección social en el campo de la educación en las zonas rurales.